Reseña del tercer disco en solitario de David Lowery, líder y fundador de las bandas Cracker y Camper Van Bethoven.
David Lowery ratifica su maestría en el arte de componer canciones y ofrecer una visión lúcida sobre temas universales con la coartada de contar historias, en este caso la suya propia, siempre con su mano maestra puesta en la tradición americana, country, folk, fronteriza. Un grande se mire por donde se mire.
La familia Cracker ocupa un lugar privilegiado en este humilde exilio musical, así que no podríamos empezar de mejor manera el año y con buen pie que de la mano del gran David Lowery con un disco de extremada exquisitez que te hará disfrutar desde la primera escucha.
Tal y como anunciaban hace unas horas en la cuenta de Cracker en RRSS, se ha convertido en una tradición bianual que David Lowery lance un nuevo álbum al filo de la medianoche del 1 de enero. De hecho, ya nos acompañó y reseñamos su anterior disco Leaving Key Member Clause en enero de hace dos años.
Hoy al filo de la medianoche, David Lowery estrenaba el tercero de su serie de álbumes autobiográficos con una fiesta de escucha gratuita aún disponible en su facebook (pincha link). Nuevo álbum que lleva por título Vending Machine y en el que viene acompañado de algunos músicos que ya forman parte de la extensa familia de Cracker como son Bryan Howard, Marc Gilley, Jim Dalton, Luke Moller y Velena Vego.
No sólo llama la atención la calidad de cada una de las tonadas, además y como viene siendo costumbre en estas publicaciones en solitario de David Lowery, este disco no estará disponible en las plataformas habituales de streaming, mostrando no sólo una gran seguridad en su obra, sino además una determinación que tal vez debería marcar el camino en esta época en la que los intermediarios ejercen de piratas que se quedan con el botín.
Esta edición se lanzará en una tirada limitada de 2000 CDs firmadas y numeradas que ya se puede reservar y que empezará a salir a sus destinos a finales de enero. Aunque si quieres, puedes disfrutar de estas maravillosas tonadas desde ya adquiriendo la descarga digital de alta calidad de 24 bits/96k desde la web de la banda.
La compra de Vending Machine también puede realizarse desde el bandcamp personal de David Lowery, desde el que os brindamos la posibilidad de escuchar la única canción disponible en streaming:
Aunque no todo está restringido a la compra del disco, otra alternativa que ya estamos disfrutando en el exile desde que ha amanecido esta mañana en este nuevo año, es escuchar directamente en la página de Cracker: https://crackersoul.com/downloads
Aunque por supuesto pasaremos por caja, no podía ser de otra manera. Como podéis escuchar, It Don’t Last Long es una maravillosa canción que abre el apetito y deja con ganas de más, además de confirmar el gran estado de forma del artista y su querencia hacia el lado más country de la banda madre. Con aroma fronterizo en Fat Little Babies, y que canción más emotiva y bonita es Mark Loved Dogs and Babies homenaje a su queridísmo amigo Mark Linkous desaparecido ya hace muchos años, por cierto siempre reivindicables y disfrutables los discos de Sparklehorse. Por favor, que grande el señor David Lowery.
Podemos encontrar exquisitas versiones como la revisión acústica y arreglada con sección de vientos de Sunrise in the Land of Milk and Honey original de Cracker, y Darken Your Door de su otra mítica banda Camper Van Bethoven. Oigan, que manera de llevarlas a otro estado y darlas vida de nuevo, que maravillas!.
Y así, el sr. David Lowery nos va acompañando a través de su historia personal, a veces con ironía, otras tan emotivo como en otra de las perlas del disco títulada The Giving Tree Father en la que rinde homenaje al escritor Shel Silverstein autor de The Giving Tree, cuento infantil en el que relata la relación de una madre con su hijo a través de una alegoría con un árbol como protagonista.
Solo los suficientes estuvimos atentos al adelanto que nos sirvió en Noviembre pasado con la canción Art Basel, canción en la que David Lowery nos relata de manera ácida la experiencia que supuso para él la visita a una de las ferias del arte más importantes del mundo, precisamente el Art Basel de 2019, una visión mordaz del mundo en el que vivimos.
Y tonada tras tonada hasta el final con Every Time I Try to Get Out, un country con sabor a clásico, grácil y ligero, acompañado de violines teñidos de melancolía en el que David Lowery ratifica su maestría en el arte de componer canciones y ofrecer una visión lúcida sobre temas universales con la coartada de contar historias, en este caso la suya propia, siempre con su mano maestra puesta en la tradición americana, country, folk, fronteriza. Un grande se mire por donde se mire.
Hay veces que uno necesita de sus escuchas para llegar al hueso de una obra, pero hay otras en las que el flechazo es instantáneo como ha sido mi caso con este disco. Quedan aún muchas escuchas por delante dedicadas a este Vending Machine, pero no me tiembla el pulso si lo recomiendo con rotundidad porque seguramente os alegrará este día tan señalado en el calendario y todos los que están por venir en una temporada que no podía empezar de manera más prometedora. Y como siempre y año tras año, la música nos acompañará desde el principio y hasta el final del año.
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