Conciertos

Crónica del Dúo Caifás en Loco Club (28-3-2024).

… un in crescendo fervor y una incondicional devoción hacia esta pareja de Sumos Sacerdotes que, como embajadores terrestres del Papa Camilo Sesto, son Gilberto Aubán y Antonio J. Iglesias…

Otro año más ha llegado una Semana Santa y, de acuerdo con los Evangelios Canónicos —el de Mateo, el de Marcos, el de Lucas y el de Juan que son los únicos que admite la Iglesia Católica porque los Evangelios Apócrifos parece ser que tenían enseñanzas poco recomendables de Pedro, de Nicodemo o de Bartolomé, entre otras—, llegan tradiciones como la Cuaresma, la Pascua, la fiesta de la Divina Misericordia, el domingo de Ramos, el domingo de Resurrección, las procesiones, los ayunos cristianos de comer carne…

Para alguien como un servidor que, en líneas generales, y exceptuando cachirulos, huevos, “monas” o longanizas de Pascua, no comulga mucho con las tradiciones, y menos si son religiosas, resulta algo paradójico que lleve tantos enganchado a la tradición de ver al Dúo Caifás cuando llegan estas “santísimas” fechas. Si no me falla la memoria, que es posible, son ya ocho años con alguna imperdonable ausencia por la que en su momento me flagelé como penitencia, desde que comenzaron a realizar los Gira Crucis que, durante el año en curso, han cumplido el decimotercer aniversario.

duo caifas
Sumo Sacerdote Aubán sonriendo al inicio

Antes de proseguir, resulta importante destacar que, a lo largo de estos últimos años, he observado un in crescendo fervor y una incondicional devoción hacia esta pareja de Sumos Sacerdotes que, como embajadores terrestres del Papa Camilo Sesto, son Gilberto Aubán (Gilberstástico, Meridian Response) y Antonio J. Iglesias (Dwomo, Le Grand Miércoles…)

Sin dudas de fe, acudimos a esta solemne celebración en la sinagoga powerpopera del Loco Club para celebrar el Jueves Santo como Dios manda (que dice el popular refrán español), preludio de otras citas que, a buen seguro, colmarán de gozo a los fieles en Tulsa Café de Benimaclet y en Because el Viernes Santo, en la Mansión Fetiche de Alcoy el Sábado Santo y en 16 Toneladas el Lunes de Pascua.

Sumo Sacerdote Iglesias enfervorizado con la armonía de la Coral de Espinas detrás

Del magno evento al que pudimos asistir en el día que se conmemoraba el Lavatorio de los Pies y la Última Cena con los Apóstoles dentro de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo comprobamos que la sala estaba repleta de feligreses para gozar de una representación, tan educada como libre de prejuicios, de la mítica ópera rock de Jesucristo Superstar, en la que los dos Sumos con su Coral volvieron a demostrar espontaneidad, profesionalidad y originalidad, respetando la idea inicial de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice que tanto molestó a las huestes ultras y retrógradas cuando se estrenó en España por Camilo Sesto junto a Teddy Bautista y Ángela Carrasco.

Sumo Sacerdote Aubán en plena oración

Por supuesto no faltaron los momentos de intensa emoción, desde la Canción de Judas, los 39 latigazos o el Sueño de Pilatos, pero a mí la que siempre me lleva al huerto es Getsemaní, con un Gilberto que se dejó la piel (y el alma) al entonar eso de “yo tenía fe cuando comencé, ahora estoy triste y cansado, mi camino de tres años me parece que son treinta y ¿qué más puede un hombre hacer?»

Tampoco faltó la simpatía y la mordacidad en los interludios de Antonio para que los fieles (e infieles) no perdieran comba, así como la habitual interpretación de la Magdalena por Chelo Pons, una de las integrantes de la Coral de Espinas junto a a Salva Aubán y Fer Boneto.

Chelo Pons en el momento Magdalena

Sí, un año más acabamos en éxtasis, gritando ‘Hosanna’ y hasta incluso ‘Aleluya’. Bendito sea el Dúo Caifás porque su luz llega a un mundo decadente, lleno de penumbras.


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