Conciertos

Crónica de los conciertos de Peter Perrett y Jamie Perett en 16 Toneladas de València durante la velada del 1 de marzo de 2025.

… surgieron dudas sobre el estado del legendario protagonista de la noche con sus actuales 72 años, dudas que se disiparon en el transcurso de un concierto exquisito, demostrando que el que tuvo, retuvo, o mejor dicho, retiene…

Sigue con buen pie la resurrección de Peter Perrett en una vida que nos da sorpresas, sorpresas que te da la vida, que cantaba Rubén Blades. Aunque bueno, la vida es un constante discurrir de desafíos, por lo que tampoco es tan asombroso el milagroso renacimiento de uno de los compositores británicos más inconformistas y malditos de la historia.

En parte, digo eso también al comprobar en directo lo que, por claros indicios, ya barruntaba como causa principal de tan gran retorno, que no me parece otra que la de su hijo Jamie Perrett, prodigioso guitarrista y pieza clave en armar y producir los tres últimos artefactos de su padre que vieron la luz en 2017, 2019 y 2024.

Podríamos afirmar que de tal palo, tal astilla, que se nota el carácter y unas costumbres transmitidas que, en este caso, no se ocultan ni tendrían por qué amagar, más allá del refugio que, según se cuenta, le sirvió musicalmente al hijo de escapismo terapéutico para alejarse del entorno de drogas que le rodeó en su infancia.

Además, el carácter familiar de este Perrett redimido se visibiliza también con la presencia como bajista de su otro hijo Peter Perrett Jr y su pareja Lauren Moon en los teclados, quien por cierto, hace cinco años debutó en solitario con una exquisitez de canción titulada It’s Easy To Stay Home, además de la participación instrumental y en coros de los antes mencionados álbumes en el retorno de su suegro.

Jamie fue el encargado de abrir fuego con su guitarra eléctrica en el templo rocanrolero valenciano 16 Toneladas, presentando algunas de las recientes canciones que está lanzando como singles en los últimos tiempos, tales como Nepo Baby,Age of Reason, Glory Days, Masquerade of Love

Con una especie de miedo escénico pasajero tras la iniciación de la gira el día anterior en Barcelona y que, momentos antes del evento casi le llevó a cancelar el de la capital del Túria, previa solicitud a los asistentes de que no se grabaran vídeos, surgieron dudas sobre el estado del legendario protagonista de la noche con sus actuales 72 años, dudas que se disiparon en el transcurso de un concierto exquisito, demostrando que el que tuvo, retuvo, o mejor dicho, retiene.

Comenzó con la batalla perdida de la vida y el marcharse al otro barrio con dignidad, tocando temas abruptos y poco habituales como el suicidio o la eutanasia en “I Wanna Go With Dignity”. De ahí al romance existencial de “Sweat Endeavour”, a medio camino entre el velvetismo de Lou Reed y la new wave, y a la poesía heroica de “An Epic Story” como primeras representantes de la obra del resurgimiento “How The West Was Won”, y de la que poco después se añadiría también la noctámbula “Living In My Head”.

A ellas se sumaron la tormentosa “War Plan Red” y “Heavenly Day”, seguramente las dos mejores piezas del álbum “Humanworld”. Entonces alguien me susurró al oído que estábamos viviendo un momento histórico en València y, realmente, me percaté de ello con la perfecta ubicación en la combinación de temas de The Only Ones que vieron la luz entre 1978 y 1980, como “The Big Sleep”, “Flaming Torch”, “The Beast”, “Someone Who Cares” o el indudable tema por el que más se recuerda y se recordará a Perret, “Another Girl, Another Planet”.

Del flamante y más reciente The Cleansing, eché de menos “Kill a Franco Spy” por sus connotaciones antifranquistas y antifascistas, pero se sumaron a la fiesta las sarcásticas “Secret Taliban Wife” o “Mixed Up Confucius” y mi favoritísima, la de los pensamientos oscuros y maravillosa canción de los márgenes “Fountain Of You”. Por supuesto, tampoco faltó además como gran colofón de las pesadillas “Disinfectant”, con la guitarra de su hijo Jamie colándose hasta por la médula espinal de todos los asistentes.

En la recta final sorprendió el rescate de un tema delicioso de los noventa como “Daughter”, pero de todo el repertorio me quedo con la enorme “Take Me Home”, la canción de caminar por la oscuridad, la de la supervivencia, la que mejor resume el motivo por el que Peter Perret es una leyenda para los suficientes.


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