Portada de 'Elvis Is Back!'

Especiales

Se cumplen 65 años de la publicación de uno de los mejores álbumes en la discografía de Elvis. Buena ocasión para dedicarle un especial.

A principios del mes de marzo de 1960, el día 7, Elvis Presley regresaba a Memphis tras haber sido licenciado del ejército un par de días antes una vez cumplido su servicio militar… Poco tiempo se tomó – o le dejaron tomar – de descanso pues menos de dos semanas más tarde ya estaba metido en el estudio dispuesto a grabar material para próximos lanzamientos.

Fue el día 20 de marzo cuando el rey del rock entró en el histórico estudio B de RCA en Nashville con el plan de empezar a grabar material para futuros singles y también para un eventual LP, formato no demasiado popular todavía en aquellos años. Para la ocasión se reunieron con él dos de los músicos que le acompañaban desde los tiempos de Sun Records: el guitarrista Scotty Moore y el baterista DJ Fontana – Bill Black, quien había sido su contrabajista desde el primer día, no quiso regresar con sus antiguos compañeros por discrepancias con la gestión, además de que por entonces andaba triunfando con su Bill Black’s Combo -.

Acudieron también The Jordanaires, con quienes Elvis ya había trabajado con éxito desde que fichó por RCA en 1956, y Charlie Hodge, cantante y amigo de Presley, para ocuparse de los coros. Además, se contó para la ocasión con una serie de refuerzos de indiscutible lujo: Hank Garland a la guitarra, Bob Moore al bajo, Floyd Cramer al piano, Murray Harman reforzando la percusión y Homer «Boots» Randolph al saxo… Es decir, los músicos que venían siendo conocidos como el «A Team» de Nashville: la élite de los músicos de sesión de la época.

Pero aún hay más: por si este all-star de músicos no era suficiente, de la producción se encargaron Steve Sholes y una leyenda como Chet Atkins. Equipo de lujo en todos los puestos.

Contraportada de 'Elvis Is Back!'
Para la contraportada de ‘Elvis Is Back!’ RCA aprovechó una foto de Elvis en la «mili».

La primera canción que Elvis grabó en aquel primer día de trabajo tras su vuelta a la vida civil fue ‘Make Me Know It», no sin esfuerzo y tras más intentos de los habituales por la falta de costumbre tras los dos años de parón musical, y curiosamente esa canción sería también la que ocuparía el primer lugar en el track list del álbum que venimos a homenajear. De esta misma sesión surgieron otras grabaciones que acabarían formando parte de este disco, como ‘Soldier Boy’ o ‘It Feels So Right’, esta grabada al día siguiente junto con otros temas que se destinarían a singles.

Tras esta sesión, Elvis viajó a Miami para grabar el especial televisivo ‘Welcome Home, Elvis‘ presentado ni más ni menos que por Frank Sinatra… pero esa es otra historia y hoy no toca.

Dos semanas más tarde, los días 3 y 4 de abril, Presley regresó al estudio de RCA para una nueva sesión en la que completar el trabajo junto con sus músicos y quedaron grabadas el resto de canciones para el LP así como, de nuevo, algunos temas más para singles.

Tantas ganas tenían en RCA de sacar material fresco del rey del rock and roll que apenas cuatro días después, el 8 de abril, con la referencia LSP-2231 y conteniendo una docena de cortes para un total de algo más de 31 minutos, se publicaba ‘Elvis Is Back!’ – cuando poco después se lanzó en España fue con la referencia 3L10135 -. ¡Cuatro días para producir físicamente el disco, fabricarlo y distribuirlo!

Portada de 'Elvis Is Back!'
Portada del LP ‘Elvis Is Back!’

Pero repasemos el contenido, que el disco bien lo merece.

Queda dicho unos párrafos más arriba que ‘Make Me Know It’ fue la canción escogida para abrir el disco. Una composición de un grande de la talla de Otis Blackwell con un arranque de piano y coro, sumándose la voz de Elvis a los pocos segundos. Arranque perfecto para un rock and roll muy al estilo de sus hits más rockeros de los primeros años en RCA.

Viene a continuación ‘Fever’, canción compuesta de nuevo por Otis Blackwell – aunque oculto bajo el pseudónimo de John Davenport – junto con Eddie Cooley y que había sido grabada con anterioridad por Little Willie John en 1956 y Peggy Lee en 1958, en ambos casos con notable éxito… si bien estoy convencido de que Elvis hizo la versión definitiva con una interpretación que es pura sensualidad, con su voz brillantemente resaltada por el minimalismo casi absoluto de la instrumentación, que se reduce al contrabajo, al chasqueo de dedos y a la percusión. Justo lo que pide la pieza. Una delicia.

El tercer corte es ‘The Girl Of My Best Friend’, un pop de medio ritmo suave, agradable, de consumo fácil, compuesto por Beverly Ross y Sam Bobrick, que daba paso a ‘I Will Be Home Again’, un tema que había sido grabado en 1945 por uno de los grupos favoritos de Elvis, The Golden Gate Quartet, y en el que para la ocasión Charlie Hodge se ocupó de poner la segunda voz. Presley y compañía llevaron la canción hacia terrenos country completando sin duda una excelente versión.

En ‘Dirty, Dirty Feeling’ encontramos al rey en su salsa, con un rock and roll desenfrenado con miras al rockabilly que trae recuerdos de la energía que desprendía Elvis en sus primerizas grabaciones en Sun Records, pero con el refuerzo de los coros de The Jordanaires y del saxo de «Boots» Randolph. De hecho escuchamos un solo de guitarra quizás breve por sus apenas 15 segundos pero en el que Scotty Moore se muestra en todo su esplendor. Y por si esto fuese poco, la canción va firmada por dos leyendas como Jerry Leiber y Mike Stoller.

Y si en el rock and roll el astro nacido en Tupelo no tenía rival, cuando tocaba interpretar una balada… tampoco, como demostraba en el cierre de la cara A con ‘The Thrill Of Your Love’, una balada de reminiscencias gospel – ayudan a ello los coros de The Jordanaires – compuesta por Stanley Kesler. Y poco más o menos lo mismo puede decirse de la composición de David Jones y Theodore Williams, ‘Soldier Boy’, que es la canción que abre la cara B, a la que podemos calificar como una balada de elegante doo wop.

Claro, tras dos dulces baladas para el siguiente corte se decidió soltar de nuevo a la fiera en ‘Such a Night’. Lincoln Chase la compuso, The Drifters – con Clyde McPhatter ni más ni menos – la grabaron allá por 1954 y Elvis la versionó de forma magnífica, jugando con su voz y dando a la percusión toda la importancia que merece para conseguir como resultado una interpretación que considero perfecta: uno de mis temas favoritos de cuantos grabó Presley a lo largo de su carrera. Rock and Roll en estado puro, oiga.

Sí, Elvis era increíblemente bueno interpretando rockabilly, rock and roll, country, baladas…: eso ha sido dicho a lo largo de la historia innumerables veces. Pero en ‘Elvis Is Back!’ nuestro protagonista demostró que también aguantaba la comparación con los mejores del blues y sirve ‘It Feels So Right’, la composición de F. Wise y B. Weisman como prueba de ello.

Sigue el disco con ‘The Girl Next Door Went A’Walking’, otro de esos rocanroles a medio gas que tan magistralmente ejecutaba Elvis, apoyado por la siempre vital aportación de The Jordanaires en los coros. ¿Cómo no iba a vender Presley discos por cientos de miles, incluso por millones, con canciones como esta creación de B. Rise y T. Wayne?

Para rematar el disco, se incluyeron otros dos blues, reafirmando lo cómodo que se sentía Elvis en ese género y lo sobradamente capacitado que estaba para interpretarlo. ‘Like A Baby’, compuesto por J. Stone, me parece una canción en la que todos los implicados están a un nivel altísimo, pero ‘Reconsider Baby’, firmada por un bluesman de la talla de Lowell Fulson, lo considero una verdadera joya en la que Elvis está sencillamente sobresaliente… pero donde, además y sobre todo, lo que hace «Boots» Randolph al saxo debe ponerse en el listado de momentos geniales de la historia de la música. Tremendo. ¡Eso es cerrar el disco con estilo, caramba!

Ni más ni menos que 57 semanas – ¡hay que estarlas! – estuvo ‘Elvis Is Back!’ en la lista de LP’s de la prestigiosa Billboard, 3 de las cuales fueron ocupando el puesto nº 2. Puede parecer que no haber logrado alcanzar en su momento el puesto de honor afee un poco el valor de este álbum, pero conviene tener presente que, como se ha dicho más arriba, no era el LP un formato todavía muy popular en 1960… y muchísimo menos aún entre la juventud – que era al sector de población al que objetivamente iba dirigido este lanzamiento – puesto que era un producto muy caro frente a los más accesibles singles.

Todos los honores, pues, y máximo valor para un disco en el que Elvis mostró sin la menor duda una mayor variedad estilística – rock and roll y baladas evidentemente, pero también country, doo wop, blues, apuntes de gospel… – frente a sus lanzamientos pre-mili y que siempre nos dejará la duda de qué hubiese pasado si su carrera se hubiese centrado en seguir el camino que abría ‘Elvis Is Back!’ y no el de la sucesión de películas «ligeras» – siendo generoso en el adjetivo y salvo honrosas excepciones, por supuesto -.

Pinchemos el LP de nuevo… o dejemos que el laser del reproductor de cd’s haga su trabajo… o tomemos la senda fácil de recurrir a los servicios musicales de internet… poco importa el formato… pero disfrutemos una vez más – las que hagan falta – de este magnífico álbum. Si me tuviese que quedar con un único disco de Elvis, sería este: ‘Elvis Is Back!’.

Nota: para saber más sobre sobre la materia es interesante recurrir, por ejemplo, a la obra de autores como Peter Guralnick con su imprescindible ‘Amores que matan. Elvis: la destrucción del hombre’ (Global Rhythm Press, 2008) – segundo volumen de su biografía de Presley – o de Rubén Olivares con su recomendable ‘Elvis Presley en España, una mirada crítica. 1956 – 1969‘ (El Toro Records / Letrame Grupo Editorial, 2022) – primer volumen de los dos que forman su obra sobre la trayectoria discográfica, cinematográfica, etc. del rey del rock en España -.


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