
Robert Forster vuelve, sin hacer mucho ruido, con un disco sublime para paladares selectos
Qué decir de Robert Derwent Garth Forster que no se haya dicho ya? Qué elogios y buenas palabras podemos añadir a la carrera de este monstruo musical? Puede que muchos le consideren un secundario de lujo, un artista sin el nombre y la fama de otros pero simplemente con «16 Lovers Lane», disco de su banda The Go-Betweens que nos marcó a muchos, rebate todas las pajas mentales que cualquier ser humano pueda hacerse. Forster con la banda firmó discos sublimes de una clase sin parangón. No hay debate. Solo gratitud.
En solitario, el bueno de Robert, no tiene disco que baje del notable pero, en mi modesta opinión, creo que desde «Inferno» del 2019 (aunque a mi, particularmente me gustó mucho «The Evangelist») se encuentra en la excelencia. Las circunstancias personales le llevaron a entregar una joya inesperada, un tesoro oculto en 2023 que respondía por «The Candle and the Flame«, disco totalmente necesario y atemporal, que de bonito, cálido y verdadero nos enamoró de por vida. Ahora llega el suspiro de alivio, el fin del sufrimiento, el disco para expulsar los temores y seguir dando pasos adelante. Sí, «Strawberries» es maravilloso.

Ocho canciones grabadas en Suecia junto a Peter Morén de Peter, Bjorn and John en los estudios Ingrid de Estocolmo. Ocho sobresalientes canciones que suenas frescas y excitantes, dignas de uno de los mejores storytellers que nos quedan con vida, de uno de los grandes de verdad que mantiene el nervio intacto y emana clase por doquier. Es escuchar las primeras notas de la inicial «Tell me back to me» y esbozarnos con ella una sonrisa pícara de lo bueno y placentero que es todo, y sigue con la esencia velvetiana en «Good to cry» que sabe a gloria.
Este disco tiene muchísimo de la banda madre, de The Go-Betweens, y a los acérrimos seguidores de aquellos les encantará esta aventura en solitario de Forster, pero también enamorará a aquellos seguidores de la Velvet y Lou, de Nick Cave, e incluso a aquellos que aman a Eels y a otros pájaros de su calaña, habiendo trazas del Profeta Chuck, Ray Davies e incluso a los White Stripes en la joya de la corona que da nombre al disco, Strawberries, que recuerda a aquellos finales cuquis que hacia Jack junto a la reina del bombo. Un tesoro de canción, antes nos encontrábamos la brutal y favoritísima «Breakfast on the train». Temón.
Ya digo que todo el disco es excelente. Homogeneidad dentro de una calidad reservada para elegidos. Están las baladas «Such a shame» y «Diamonds» que miran de soslayo a Cave, está la preciosa e introspectiva «Foolish I know» y, la maravillosa, excitante y pegadiza «All of the time» que rememora el supersonido de los setenta. Así pues, Robert Forster entrega de tapadillo y sin hacer mucho ruido un disco sublime para paladares selectos.
Robert Forster – Strawberries (2025)

01.- Tell It Back to Me/ 02.- Good to Cry/ 03.- Breakfast on the Train/ 04.- Strawberries/ 05.- All of the Time/ 06.- Such a Shame/ 07.- Foolish I Know/ 08.- Diamonds
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