Andaba yo algo deprimido estos días de frío y viento, andaba yo buscando la solución sin obtener resultado alguno por no saber cual era exactamente el problema pero vecinos y vecinas del planeta Tierra, parece que al fin tomé el sendero adecuado, parecer ser que mi alma va retomando la temperatura que había perdido, y mi corazón el ritmo adecuado de latidos, y todo gracias a la medicina que me ha proporcionado el bueno de Drew Holcomb, sus pociones ultravitaminadas en forma de canción me han aportado algo de esa positividad que tanto andaba buscando, ese agustito total, ese estado bonico del to que ansiaba, que deseaba, que necesitaba como agua de mayo, y además, por si fuera poco me ha quitado ese mal sabor de boca que me dejaron el año pasado los trabajos de mis adorados Ray Lamontagne y Ryan Adams. Holcomb con su nuevo trabajo recoge lo mejor de ambos, lo mezcla todo, lo filtra y nos lo sirve en infusión con cierto regusto Jack-Johnsoniano. Precioso es decir poco. «Medicine» es uno de los discos más bonitos que he oído en tiempo, sencillo y sin pretensiones de grandeza, muy agradable al paladar y con cierto aroma afrutado, algo de cuerpo, equilibrio y untuosidad que lo hacen ideal para acompañarnos en esas tardes de cielos grises y nublados donde se avecina tormenta pero que al cabo de unas horas rompen para dejar aparecer los rayos del sol. El bueno de Drew (y vecinos) no son precisamente unos novatos pero la verdad es que un servidor acaba, por decirlo de algún modo, de conocerlos, y claro, he caído rendido ante lo que ofrecen. A Holcomb lo tenía ubicado en bandas sonoras y como telonero de muchos músicos que adoro, pero nunca me había seducido un disco suyo como con «Medicine», y eso que redescubriendo he encontrado «Passengear Seat» y me encanta!!! así que ya me veis repasando la discografía de este cantautor de Memphis, Tennessee, no sin antes, casi hasta la enfermiza adicción, exprimir del todo esa medicina que Holcomb nos ofrece.
Claramente el tema que abre el disco recuerda a un Ray Lamontagne en plena forma. «American beauty» es bonica del to, lo tiene todo para enamorarme y me enamora, me seduce, me lleva al huerto y puede hacer con mi cuerpo lo que le salga del badajo. Ya soy suyo, forever and ever. No es disco de una canción, lo que nos ofrecerá de aquí en adelante es una delicia de dimensiones cósmicas, un tamiz sonoro que se amarra al amor y al americanismo para darnos gloria, un ejemplo de eso es «Tightrope» que es sin duda una de mis favoritas del disco, un tema clásico de cantautor americano, de deliciosa voz y ensoñadora instrumentación que puede recordar en un mucho a Ryan Adams. El pelotazo radiable es «Here we go», aunque de esos temas «radiables» tenemos al menos media docena y todos fantásticos. El tema es positivo, alegre, dulce… básicamente lo definiríamos como una canción de Jack Johnson, un tema soleado y risueño, y a todo esto le acompaña uno de los mejores videoclips que he visto en siglos. Y ojo con lo que viene ahora, un Springstiniano tema para cantar a pechopalomo, «Shine like Lightning» tiene esa grandeza, esa épica de la que son capaces el Boss y nuestro querido Petty. Tema rocanrolero de manual ejecutado a la perfección. Vuelven tonillos a lo Ryan Adams con «Avalanche»… y me encanta…. estribillo grandioso y… precioso…. Llegamos al ecuador con la fantástica «Heartbreak, ese country-pop es la leche, te atrapa y no te suelta, Siguiendo el tema countril enlazamos con el baladón «You will always be my girl»: preciosérrima. Y qué decir de «Sisters and Brothers», un tema que bien podrían firmar los Black Keys si se countrificaran un algo, es otro de los temazos del disco en mi opinión, pura fórmula radiofónica, un pelotazo descomunal, un subidón que se mantiene con el pianito springstiniano de «Last thing we do» que sube la temperatura y nos deja extasiados. Acercándonos al final del disco llega la bellísima «Ain’t nobody got it easy» con el órgano por bandera, una balada countrisoul que nos deja con la piel de gallina, otra de mis favoritas. «I’ve got you» vuelve al country-pop marcado por «Heartbreak» pero aliñado con un silbidito maravilloso. Y cierra «When it’s all said and done» dejando claro que estamos ante un trabajo excelente, uno de los discos que irán cogiendo cuerpo durante todo el año, que irán tomando protagonismo, un disco precioso y cálido como lo fue años atrás el «In between dreams» de jack Johnson, un disco que gana a cada escucha, que cura nuestras maltrechas almas dotándolas de positividad, en definitiva, pura medicina para nuestros corazones.
Drew Holcomb and the Neighbors – «Medicine» (2015)
8/10
01.- American Beauty/ 02.- Tightrope/ 03.- Here We Go/ 04.- Shine Like Lightning/ 05.- Avalanche/ 06.- Heartbreak/ 07.- You Will Always Be My Girl/ 08.- Sisters Brothers/ 09.- Last thing We Do/ 10.- Ain’t Nobody Got It Easy/ 11.- I’ve Got You/ 12.- When It’s All Said and Done.
*post aparecido originalmente en Nikochan Island por Nikochan
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Pues oye! A pesar de que parece que el mal tiempo se aleja y con el los malos rollos y depres varias, me tomaré la medicina pues parece, por tu optimista reseña que tiene múltiples usos.
Abrazo terrícola.
Seguro que te gusta Addi. Es amable y bonito, y calienta como una buena manta….. como digo está en la línea de aquel "In between dreams" de Jack Johnson aunque un escalón por debajo…. si te gustó aquel seguro que te gusta este otro.