…Javier Andreu y Toni Marmota siguen fieles a sus principios musicales, desafiantes ante el paso del tiempo y destilando esa pasión y arrojo que caracteriza su country-rock…
Este año ha empezado con una ingente cantidad de listas de discos y artistas que cumplen sus 40, 50, 60… aniversarios. Yo también he caído ante tal práctica, aunque a mi me ha alegrado especialmente el aniversario de La Frontera que cumple sus 30 años, tres décadas en las que han sobrevivido a todas las fases a las que un grupo puede sobrevivir: éxito, desbandada de miembros originales, ostracismo general… y lo mejor de todo es que continúan en activo con la misma ilusión.
Yo sé que a más de uno le sonara a agua pasada, lo digo porque siempre tuve la sensación de que La Frontera entró en el saco de grupos efímeros post-movida, considerados fuera de onda y que quedaron para muchos como la banda sonora de las noches de farra de su juventud, la voz y la marcada personalidad de las composiciones de Javier Andreu suele asociarse de primeras al gran éxito de «El Límite», de un disco que bajo mi punto de vista no está entre sus mejores, más por el sonido y la producción. En cambio escuchando ahora sus primeros discos pienso que continúan estando vigentes, Lost Highway despediría a media plantilla por tenerlos en nómina. Un cruce de caminos donde country, bluegrass, rock fronterizo, tex-mex, cajún y rock’n’roll se tienden la mano. Mi intención con el presente artículo también es reivindicarles como buena banda de rock más allá de su condición ochentera y como una banda de fondo.
En sus inicios se les recriminó que su nacimiento fuera un tanto artificial, pues desde procedencias diversas se acordó su fundación con la única intención de presentarse a un concurso que por cierto ganaron y les dió pie a continuar, desde entonces a cada paso confirmaron que lo suyo no era impostura. Podríamos buscar algún precedente en alguna canción perdida entre el repertorio de algún grupo, aunque finalmente sólo el mallorquín y también olvidado Tomeu Penya (con 21 LP’s editados!!!!) se advierte como auténtico pionero en materia country en este país, nuestro Kenny Loggins. Después vendría La Frontera que supo coger un estilo exótico para el habla castellana y llevarlo a altas cotas de popularidad, un grupo pionero en materia roots en este país, añadamos a Más Birras que también merecerían su consiguiente homenaje y reverencia en estas lides, y por supuesto a La Gran Esperanza Blanca que poco después hizo lo propio con marcada personalidad.
En un mundo musical lleno de reivindicaciones, son muchos a quienes se le llenan la boca con The Long Ryders, por poner un ejemplo de época y estilo, y pocos quienes se acuerdan de lo buenos que eran La Frontera y de la actitud outlaw que desprendían en sus conciertos. Y ojo que a Javier Andreu también hay que reivindicarlo como a uno de los grandes vocalistas que ha tenido/tiene el rock de este país, su dicción y su timbre derrumba el argumento que reza que ciertos estilos tienen que ser cantados en su lengua nativa, Andreu demostró/demuestra que con el country eso no es cierto.
Quien más quien menos conoce Rosa de los vientos (1989), disco que estuvo muy presente en las radios y fm’s, les dió la fama a un nivel masivo, aunque bajo mi punto de vista fue a costa de perder el gran carisma que destilaban en sus primeros discos, gran parte de culpa fue a mi entender, de una producción descompensada y falta de garra, porque canciones buenas tiene unas cuantas, himnos como El Límite, Rosa de los vientos y Juan Antonio Cortés son buena prueba de ello, aunque otras como Lluvia no ha pasado muy bien la prueba del tiempo. Palabras de Fuego (1990) tiene una mejor producción y mejor sonido, pero aún bajo el influjo y la inercia del éxito, para mí es el disco a poner en la cola, sin ser malo suena a repetir la fórmula de su anterior disco pero esta vez con menos canciones buenas, y del que de rescatar sólo me quedaría con Por un puñado de tierra.
Donde mejor ha hecho acto de presencia su grandeza siempre fue en los directos, y en Capturados vivos (1992) demostraban que había pocas bandas en este país capaces de desplegar un espectáculo de rock de calidad y llenar el aforo hasta las trancas, además jugaron muy bien sus cartas recuperando sus grandes primeras canciones y dándolas a conocer a un público que de El Límite nunca había pasado, aquí están las que tienen que estar y el sonido registrado no tiene ninguna concesión a lo comercial, ni tiene overdubs posteriores como es el caso de algunos directos. Estoy convencido de que Javier Andreu se percató de la dirección que estaba tomando la banda, y con este directo puso de nuevo las cosas en su sitio. Judas el Miserable, Cielo del Sur, La ley de la horca, junto a El Límite y Juan Antonio Cortés, el setlist es imbatible. incluso de Palabras de Fuego eligió la única que podría haber entrado, Por un puñado de tierra.
Dos años tardaron en volver a editar otro disco y poca repercusión obtuvo La rueda de las armas afiladas (1994), un disco ignorado por completo y que merece ser rescatado, aquí arriesgan con el sonido y a mi entender consiguen dar un paso adelante, sonando modernos y a la vez recuperando la actitud de sus primeros discos, aunque el mundo en los 90 ya estaba a otra cosa y primaba la dicotomía grunge/britpop. La canción que da título al disco suena a La Frontera y al mismo tiempo tiene un sonido novedoso, Las dos caras de Jack podría haber pertenecido a cualquiera de sus primeros discos, Arenas de Samarkanda con sus aires orientales es rompedora dentro del marco de su discorgrafía, otras parecen impregnarse del aroma del rock alternativo de aquellos días, Como un huracán #3 es guitarrera y potente, incluso el guitar-rap Lucha! puede tildarse de bastante buena, ahora sin banjos, harmónicas y violines, eso sí, rock de gran calidad.
Ni el directo Siempre hay algo que celebrar (1996) logró devolver a las mieles del éxito al grupo de Andreu, aunque para mí fue en la rampa de descenso de su éxito donde consiguieron su madurez artística, fue después de cuatro años con Nuevas aventuras (2000), donde conciliaban su pasado outlaw y las canciones más accesibles, eso sí, sin caer en los excesos comerciales de antaño y con un puñado de buenas canciones, más acústicos y con un sonido más clásico, No vuelvas sin ella trae de vuelta al violín frenético, gran canción relacionada con el fútbol, Beber hasta recordarte es una grandísima balada de barra de bar y amores rotos junto a Calamaro, grandísima, y Aleluya es digna del disco del lagarto. Continúo pensando que este debería considerarse uno de sus mejores títulos a situar con sus primeros discos. Con Tu revolución (2002) se constata esta nueva juventud, Cazador es sensacional, en la línea de su anterior disco, Javier Andreu es un buen letrista y sabe como construir una buena canción, este disco es menos orgánico, más producido y con buenos arreglos, también hay grandes baladas melosas de las que le gusta facturar como Amor a reacción, con gran acabado y Andreu que como vocalista no tiene peros. Nubes de tormenta es rock clásico conducido por un B3 y cantado en castellano. Y Johnny Burning deja una gran interpretación en la fantástica Herido por el rock’n’roll. Buenos discos
Por mi parte no voy a negar que en materia country-roots-rock me tirá mucho más su tríada de discos iniciales, que por cierto, por si solos ya les apuntala en su condición de clásicos dignos de recordar, pero no hay que olvidar que pese a un éxito focalizado en una época determinada, su carrera es de fondo, unas cuantas buenas canciones abalan esto que digo. Como siempre, en la música tienen que ir por delante los gustos de cada cuál como primera premisa, lo demás, como el idoma y la procedencia, son circunstanciales, aunque todo hay que decirlo, es evidente que pese a su calidad y su largo recorrido, La Frontera no está en primera línea del rock, ni tampoco se tiene demasiado en cuenta en los círculos de enterados, es el destino que espera a los clásicos en este país, tan intransigente con su pasado musical a la par que permisivo con cualquier producto que venga de fuera, y donde alcanzar el éxito masivo, y hablo de aquellos casos donde prima la calidad, off course, no da crédito alguno, al contrario, puede ser motivo suficiente para condenar al ostracismo a quien se presente, ejemplos tenemos bastantes.
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Toma, toma, toma articulazo reivindicativo de La Frontera…santo grupazo. Recuerdo que hablamos de ellos en Madrid, comentamos que sus tres primeros discos son dinamita y que Rosa de los Vientos calaba por culpa de la producción, creo que se resarcen con algunos temas en el directo del 92. Me gusta mucho Tu Revolución y les espero en Bilbao que imagino que pasaran para celebrar estos 30 años-
Apoyo totalmente tu análisis, un gran banda que merece mejor trato, su bluegras, country, rock es de calidad y en vivo funcionan de vicio, el señor Andreu ademas de lo apuntado tiene una presencia en el escenario tremenda.
Gran crónica y muy completa.
Un abrazo.
Tengo muy buenos recuerdos asociados tanto de "La Frontera" como de "Si el whisky". Levemente menos del "Tren de medianoche" aunque también. "El límite" fue una grandísima decepción para mí, tanta que, valga la redundancia, me puso en el límite de las dudas perdiéndoles la pista aunque algunas cosas que he escuchado posteriores me gustaron. Con todo siempre he pensado que era un buen grupo y seguro que este directo tiene que molar mucho. Anotado. Abraçada.