Críticas Discos

La carrera de Howe Gelb es para enmarcar. Una carrera repleta de grandísimos discos que durante ya tres décadas nos han ido regalando los oídos. El de Tucson/Arizona es un músico prolífico, de culo inquieto, con buen gusto y buen hacer. Su propuesta nunca fue fácil y siempre o casi siempre, a pesar de las muy buenas críticas, ha permanecido en la sombra, nunca ha parecido importarle ese papel de actor secundario, más bien yo diría que se ha sentido a gusto en esa posición, fuera de los focos de la fama. No obstante de vez en cuando convendría recordar que él es uno de los creadores de ese sonido que perfeccionaron gente a la que admiro muchísimo como Bonnie «Prince» Billy, y Kurt Wagner y sus Lambchop. Adoro a esos artistas, adoro a esas bandas y su música, y por tanto no creo que os cueste mucho llegar a la conclusión de que amo a Giant Sand. Los discos de Giant Sand (el primero data ya de 1985) nunca fueron fáciles de conseguir, antes claro de la existencia de la web y sitios como amazon. Todo era «import» y todo estaba a unos precios desorbitados. Así que no me quedaba otra que viajar en el tiempo y arriesgarme a ser descubierto por ustedes los terrícolas. «The love songs» de 1988 es un artefacto descomunal y «Center of the Universe» (1992) la repanocha. Como es de culo inquieto, el bueno de Howe emprende una carrera en solitario algo más ligerita que con sus Giant Sand, pero desde luego, es igual de imprescindible.

De aquello, de su carrera en solitario, destaco por encima del resto «Confluence» (2001) y «‘Sno angel like you» (2006), aquel «Alegrías» del 2010 no acabó de cuajar en el hogar nikochiano. A todo esto seguía con los Giant Sand, dando notable tras notable hasta que llegó el 2012 y entonces…., entonces dobló la apuesta y bajo el nombre de Giant Giant Sand entregó esa obra maestra llamada «Tucson: a country rock opera». Oh! la madre que lo parió, qué disco!. Pasado ya más de un año de aquello reconozco no haberlo valorado lo suficiente en aquel momento. Injustamente lo coloqué en el puesto 22 y seguramente debería haber estado en el top 10, pero eso entonces no lo sabía, o sí, ya que los pucheros de Gelb siempre se hacen a fuego lento. En aquella opera country destacaban a mi entender: «forever and day», «plane of existence», » we don’t play tonight», «wind blow waltz», «lost love», «undiscovered country», «thing like that» y «cariñito». Vamos, un gigante gigante disco. Y bueno, cuando este año tengo preparado a todas todas la lista de lo mejor del año, se presentan ante mí tres interesantísimos trabajos. El de Jason Isbell, el de Patty Griffin y como no, el nuevo trabajo de Howe Gelb. Lógicamente, atendiendo a mis gustos, comienzo por Howe y….. Lo siento por los otros dos, lo siento por mí, no tengo más tiempo y de aquí a final de año sólo puedo escuchar «The Coincidentalist». Puede que, en mi modesta opinión, sea el mejor trabajo de Howe Gelb en solitario, bueno, en solitario con una pequeña ayuda de sus amigos: Bonnie «Prince» Billy, M Ward, Andrew Bird, KT Tunstall, John Parish, Thoger Tetens Lund, Josh Rauhouse, Steve Shelley (de Sonic Youth) y el Silver Thread Trio… Casi ná!

«Well, welcome to the desert»… Así empieza «The coincidentalist», así comienza esa maravilla que es «Vortexas». Pianito de lujo, estribillo dulce de Gelb y luego cuando entra Bonnie… buff, mi alma acaba herida de muerte. Todo aderezado con un toque a lo Leonard Cohen, una guitarra de lujo y hasta unas campanillas… el final, apoteósico con el dúo dejándonos KO. «Left of center» me gustó desde el primer momento, su árida entrada da paso a un tema «cincuentón» acojonante que acaba siendo uno de mis temas favoritos del disco, y qué decir de esa «Running behind»? pues que es deslumbrante. Un folk de lujo, de etiqueta que desprende clase con Andrew Bird haciendo de las suyas por allí. «The 3 deaths of lucky» nos confirma que estamos ante un disco grandioso, la canción es tremenda. Abre un piano tristón, un susurro de Gelb y entonces el piano se deja ir… la steel guitar nos seduce y KT nos coge de la mano y nos lleva al huerto. Bonica del to. «Unforgivable» nos devuelve la sonrisa picarona a la cara, aquí se nota la mano de Ward a leguas, con esos «parapapás» que particularmente me hacen feliz, luego, la canción, pues que queréis que os diga, es un caramelito (envenenado). Seguimos con la canción que da nombre al disco, vuelve a notarse en «The Coincidentalist» la mano de M Ward, cosa que me alegra todo sea dicho. Es un temazo. «Triangulate» sigue jugueteando con la guitarra y con nosotros, se engancha fácil, se deja gustar, claramente está coqueteando conmigo, es increíble como me ponen estos coros femeninos… Este disco, desde su melancolía me hace feliz. Qué cosas no? «Picacho Peak» puede ser la parte más dura de este disco, que no peor, ni mala, ni polleces en vinagre porque aquí nada baja del notable y a menudo llegamos a picos de sobresaliente. … lo de «Picacho» es para darle de comer aparte a Gelb. Ese solo de piano a lo Cohen o rememorando al grandísimo Thelonious te desgarra el alma. «An extended plane of existence» es un lujo en el que participan las guitarras cordobesas de Juan Fernandez Panky, Lin Cortés y Anil Fernández. Un lujo. El final se acerca con «Looking that way» que aún pareciéndome la más floja del lote me parece sublime, y el punto y final lo pone la instrumental «Instigate chimes». Tremendo lo de Howe Gelb. Increíble. Se sacó un disco soberbio de la manga. Gracias señor Gelb, me tiene usted ganado.

Howe Gelb – «The Coincidentalist» (2013)
9,5/10
01.- Vortexas/ 02.- Left Of Center/ 03.- Running Behind/ 04.- The 3 Deaths Of Lucky/ 05.- Unforgivable/ 06.- The Coincidentalist/ 07.- Triangulate/ 08.- Picacho Peak/ 09.- An Extended Plane Of Existence/ 10 .- Looking That Way/ 11.- Instigated Chimes.

*Post aparecido originalmente en Nikochan Island por Nikochan


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos que te pueden interesar