All Quiet on the Eastern Esplanade

Discos Críticas

The Libertines han vuelto. Más maduros, más viejos, más gordos y sabios pero con el mismo rock clásico británico por bandera. Larga vida a los libertinos!

La guerra musical entre los dos continentes siempre ha estado presente. A principios del milenio se llevaba el revival rocanrolero. The White Stripes, The Black Keys y The Strokes se preparaban para dominar el mercado y marcar tendencia. En las Islas británicas necesitaban recuperarse de la defunción del Britpop y dar respuesta a la oleada americana que se les venía encima. Así pues, antes de la llegada de Arctic Monkeys que colmaron sus expectativas, intentaron dar bola a un grupo sucio y salvaje, una banda a la antigua usanza: The Libertines.

Los Libertinos tienen ese viejo aroma a clásico. Tiene dos líderes que escriben los temas, ambos cantan, ambos tocan la guitarra, esos amigos de toda la vida que se odian y se aman. Carl Barat compartía piso con la hermana de Pete Doherty, y de ahí acabaron formando una banda junto a Gary Powell y John Hassall (por aquella época andaba por allí también Johnny Borrell que luego formaría los estupendos Razorlight). Tienen suerte, y su música llega a los oídos de Mick Jones (The Clash) que acabaría produciendo su debut en 2002, «Up the Bracket».

The Libertines han vuelto. Más maduros, más viejos, más gordos y sabios pero con el mismo rock clásico británico por bandera.
The Libertines

The Clash, The Beatles, The Jam, The Kinks … todo se mezclaba en esas canciones…. Y la prensa les da un empujoncito (o dos) y comienzan a vivir al límite…. Doherty es insaciable… y en 2004 aparece su éxito total, «The Libertines»…. Excesos, peleas, drogas, alcohol, supermodelos….. La banda se rompe, la amistad se trunca… y The Libertines se dividen en dos bandos: Doherty con Babyshambles y Carl Barat con Dirty Pretty Things… después, discos en solitario, supergrupos, etc, etc.. pero nunca consiguen el mojo de cuando unían fuerzas.

En 2010 comienzan a limar asperezas al ser invitados por Arcade Fire a algunos conciertos y hay rumores sobre su vuelta que se confirma ya en 2014. Al año siguiente despachan el más que correcto «Anthems for Doomed Youth» aunque seguía faltando algo de magia o cohesión o como queráis llamarlo. Parece que las giras van engrasando la maquinaria, cada vez tocan mejor y cada vez Doherty está más agudo en sus letras y más voluminoso en su imagen. Jamaica les esperaba para grabar las nuevas canciones, esas que ahora sí les consolidan como gran banda británica.

«All Quiet on the Eastern Esplanade» tiene esa portada sucia y callejera que queda tan bien en los vinilos. Tiene pinta de clásico oculto, tal vez lo sea… o no, pero lo que sí es seguro es un excelente disco, una resurrección en toda regla y una confirmación de banda leyenda. «Run Run Run» abre el disco anfetamínicamente con todo lo bueno y malo que define a The Libertines. Ahí escuchamos sus señas de identidad, sus dejes a The Clash sin tapujos, sin disimulo. Un cañón de canción.

The Libertines han vuelto. Más maduros, más viejos, más gordos y sabios pero con el mismo rock clásico británico por bandera.
Doherty & Barat

«Pigman»/Barat» es el protagonista de la pegajosa, chulesca y popera «Mustangs» (un caramelito!). En «I Have a Friend» vuelven los Clash de catálogo, esa manera de cantar inglesa, tan callejera, tan eterna… rock de guerrilla con mensaje político para esas guerrazas que ahora nos rodean y atemorizan. «Merry of England» también lleva crítica política y social en su letra, brexit y refugiados en la maravillosa Inglaterra.

«Man with a melody» está escrita por Hassall y es un balada de pelos de punta. Una delicia que nos lleva en volandas a la tontuna y favorita personal «Oh Shit» que de tan Clash asusta. Es un cañón. Es fácil. Es simple. Es todo lo que se necesita aunque ni lo sepamos. Ese sonido setentero heredero de los Kinks americanos, del punk comercial, de la new wave, del «prince of the punks», …. Y luego, llega lo que llega, esa joya cinematográfica que responde por «Night of the hunter» y bebe descaradamente de la magia de Albarn y sus Blur.

Al disco le quedo un suspiro, un póker de canciones que empieza con la jazzística «Baron’s claw», continúa con ese espectacular single,»Shiver», con guitarras a lo Marr, y rematan la faena con el despelote guitarril de «Be Young» y ese reggaecito tan bueno para cerrar magistralmente con una balada preciosa escrita por Doherty hará casi veinte años y rescatada para la ocasión. Barat Y Doherty vuelven a conectar, vuelven a crear magia, vuelven a golfear aunque Pete, como él mismo comenta, haya cambiado las drogas duras por el queso francés y el buen vino. The Libertines han vuelto, y aquí, en el Exilio, lo celebramos enormemente.

The Libertines – All Quiet on the Eastern Esplanade

The Libertines han vuelto. Más maduros, más viejos, más gordos y sabios pero con el mismo rock clásico británico por bandera.
All Quiet on the Eastern Esplanade

01.- Run Run Run/ 02.- Mustangs/ 03.- I Have A Friend/ 04.- Merry Old England/ 05.- Man With The Melody/ 06.- Oh Shit/ 07.- Night Of The Hunter/ 08.- Baron’s Claw/ 09.- Shiver/ 10.- Be Young/ 11.- Songs They Never Play On The Radio


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