Conciertos

Desde que en 2012 apareciese el maravilloso debut de Michael Kiwanuka, «Home Again«, un servidor ansiaba verle en directo, medir su voz y su música en vivo, y comprobar que la magia que es capaz de crear en el disco también puede transmitirla en el cara a cara. Kiwanuka desde aquel ya lejano 2012 permanecía agazapado y en silencio hasta este año, pues nos sorprendió con un segundo disco que como ya dijimos en el Exilio es soberbio. Sí, «Love & Hate«, es un disco diferente, más maduro y arriesgado, puede que por culpa o gracias al omnipresente Danger Mouse, aunque en realidad hay vestidos diferentes y diversos pero con idéntico esqueleto. El resultado ha sido un disco que en mi opinión supera al debut, y las ganas de escuchar esas nuevas canciones en directo iban in crescendo. Por suerte, se anunció gira peninsular de Kiwa, y Barcelona fue una de las ciudades escogidas, sólo dos citas: Barcelona y Madrid; así que me decidí rápidamente y me hice con la entrada a pesar que la sala escogida no era de mi agrado, ni lo sigue siendo. La sala Bikini es un desastre. No hay un sonido decente y la gente se amontona quedando muchos sin una visibilidad aceptable, si a eso añadimos exceso de aforo y mucho mucho calor….. Por suerte a Michael Kiwanuka le importó todo eso un pimiento y se lució, él y su banda, haciendo constar que ya forma parte de la primera división y que dará mucho que hablar. Tanto él como su banda de acompañamiento, destacando a ese guitarrista superlativo de pelo afro, un primor. Kiwa sonó como le dio la real gana, su voz aterciopelada brilló, pero la sorpresa sin duda fue su pericia a las seis cuerdas, y que nos puede enamorar tanto en plan íntimo como electrizándose a lo loco. La versión de su «I’ll get alone» a todo trapo junto a la funki y sudorosa «Black man in a white world» fueron de los momentos álgidos del concierto. Sonar, sonaron muchos de sus míticos e imprescindibles temas, una hora y media da para mucho, y por ejemplo su «Home again» hizo casi aparecer la lagrimilla por mi cara. Bonica del to. Preciosas «One more night» y «Falling» como no podía ser menos. Otra de mis favoritísimas y sin duda otro de los grandes momentos del show fue «The final frame» que me desgarró el alma y me partió el corazón. No os puedo decir una a una las canciones del setlist porque la emoción me envolvió y no lo recuerdo del todo bien… momento mágico cuando antes del bis de rigor iban abandonando uno a uno los músicos, empezando por Kiwa, el escenario, precioso y sorprendente… Para cerrar con la magistral «Love and Hate», un temón. Y así, rapidito, saco varias conclusiones: la primera que la sala Bikini es una mierda pinchá en un palo, segunda que «Love and Hate» es un discón como la copa de un pino pues las canciones de ese disco brillaron, y tercera y última: Kiwanuka es muy grande, tiene mojo, tiene magia. Talento a raudales. Ganas de volver a verle y disfrutarle en un espacio más acorde con su arte.

*post aparecido originalmente y a la limón en Nikochan Island por Nikochan


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