Conciertos

“So a hillbilly I am, but in the ’60s I really loved R&B music, and there was a lot of it to love. I loved Jimmy Reed, Bobby Bland, Ray Charles, Little Milton, James Brown… I always respected the black singers because they were always there — we were trying to get there. Knowing that the black singers wanted my songs inspired me.” Dan Penn
 
MOMENTOS DESDE EL ANTZOKI

 

Tratar de desmadejar el ovillo de emoción en el que estoy atrapado por este concierto me es harto difícil. Estoy en la nube, Se podría cumplir el trámite con una pequeña frase en inglés: soulful as soulful can be pero sería muy miserable no contar desde un corazón arañado todo lo que me ha pasado en este fin de semana soultómico. Algo parecido a cuando , hace algo más de año y medio, trajimos a Swamp Dogg a mi ciudad.( Él y Dan Penn, lo sabéis, son mis dos unsung heroes favoritos del Soul)
También podría parar de hablar porque como Van Morrison en Cypruss Avenue… my tongue gets ti-ti-ti-tied…everytime I try to speak pero ya «es demasiado tarde para pararlo». Lo tengo que contar ya que compartiéndolo igual libero este nudo que tengo, está hipertensión acumulada que es buena pero mala para la salud…fijaros lo que le pasó a Tammy Terrel cuando, cantando, murió en brazos de Marvin Gaye. Lo sé, my darlin companion insiste: no se pueden vivir las pasiones de manera tan intensa, lo sé my brown eyed girl, tenemos ya una edad pero no lo puedo evitar y siempre tropiezo con la misma piedra.
La historia de este concierto es una historia de amor por el Soul y la protagonizan tres amigos que lo vienen dando todo por hacer de Bilbao la Soul City que es; orgullo y referencia en un país en el que aunque haya aficionados, estos no son capaces de organizar encuentros con este calor y acogimiento especial, esto no es una mierda de festival al uso, esto se abraza sin emoticonos. Casero pero con clase, en Bilbao somos así, sabemos estar, recibir, tratar y agradecer, en general por supuesto, porque las excepciones siempre tiene que por desgracia haberlas. Claro que tendremos nuestros defectos-pocos ya que somos de Bilbao- pero somos generosos y eso es algo que me han dicho este fin de semana más de cien veces todos los amigos que han venido de otros lugares porque sabían que esta cita era para no perdérsela y contar a los nietos.
Si no hay amor y trabajo duro desinteresado es imposible organizar algo tan bello-lo sé por experiencia- y si no hay generosidad no hay soul. Más en estos tiempos extraños y sin alma. Si no se sienten en los huesos las cosas puede conseguirse un concierto excelente (por el artista concreto que se trae) pero no una celebración de amistad y canción como este concierto doble del Soul4Real para la Historia Musical de Bilbao: un milagro, una rarity hermosa que en mi ciudad llega el primer fin de semana de Octubre, justo en el momento en que ya no te estorba la Harrington.
Gracias Alex Subinas, Javi Cámara y Aitor Alma, de todo corazón for keeping the soul flame alive (eso me puso Swamp Dogg encima del Rat On) Lo que hacéis no tiene precio. Os admiro y os agradezco hacerme un poco partícipe privilegiado de la parte que sabéis que amo, como esos ensayos en los Estudios Tio Pete que atesoraré dentro de mis tsunamis musicales para siempre- tuve que ir al servicio a refrescarme con agua fría del subidón de la temperatura soul- y os felicito, como siempre, aunque este año especialmente porque con este doble cartel habéis pintado vuestra obra maestra.( y es que Dan Penn es el mejor compositor de southern-soul de todos los tiempos y lo sabéis! Y es de los pocos dioses que nos quedan en la Tierra y los Masqueraders un trío de soul clásico más majo que las pesetas, con unas voces para soñar)
La historia de este concierto también es la de unos músicos P.I.B. extraordinarios, la Soul4Real Orquesta que llevan dando el callo y preparando las diferentes ediciones de este soul weekend desde que hay concierto, con un primor, profesionalidad y una generosidad (otra vez la palabra clave) pasmosas. Gracias, estuvisteis fabulosos!

Dicho esto quiero relatar el concierto pero antes comentar que el día anterior me tocó la lotería de llevar en mi coche de vuelta al hotel desde el estudio a los tres Masqueraders e imaginaros con un aleatorio Spotty de canciones compuestas por Dan Penn pero cantadas y ellos haciéndo los Uhh Uhhh a todo lo que allí sonaba. No sé cómo no nos empotramos contra una rotonda a la altura de Sopelana, se ve iba la cabeza pero al final decidí cantar con ellos perdiendo todo el sentido del ridículo. Les hice el viaje un poco más largo de lo normal porque quería disfrutar de semejante carrera y también enseñarles con las luces nocturnas mi querido Botxo ( Ruta por la Avenida Universidades-Campo Volantín incluida para que vieran ese tono de escultura de plata y carbón que se le pone al Guggem cuando ya no hay luz natural) Ellos agradecieron al piloto además de cantando por encima de la lista en el trayecto, contándome que hicieron coros en los singles de unos niñatos llamados Box Tops y al parar pidiéndome ( ellos!!!!!!) un selfie conmigo al dejarles en la puerta del Hotel Ercilla para que descansaran.
Con Dan Penn y su lindísima esposa Linda (sesenta años de amistad y profundo amor les avalan) estuve un buen rato en el estudio y es que no me creía que aquello fuera verdad. Me firmó los dos vinilos que tengo de él pero lo más importante, el capítulo que escribí sobre su glorioso Nobody´s Fool en mi libro. Le interesó el contenido pero era imposible explicarle el símil surrealista de comparar su obra maestra con el Berlin de Lou Reed y así justificar un título como «El Muro De Memphis» También, cómo no, le comenté cuánto amo el disco de Arthur Alexander de 1972 donde hace su Rainbow Road. Beautiful, exclamó.
Con esas preliminares y esas masterclass en directo de ambos artistas y la posibilidad más que real de fantasear que estaba en los estudios de Fame-Alabama a finales de los sesenta, sabía que el concierto del sábado iba a ser algo fuera de categoría. Una etapa reina. Todo dependía de que Dan tuviera un buen descanso para el sábado y lo diera todo al sentir de nuevo los focos y comprobar el fervor de un Antzoki lleno de admiradores que no iban a parar de aplaudirle.
Fuimos pronto para pillar una primera fila desde la que te salpique la escena y tras una preciosa presentación de Igu Allnighter, sale la orquesta, vientos, violines, coristas, de todo y el maestro de Alabama, el creador del country-soul se agencia la acústica Martin y se sienta para desgranar un setlist de diamantes impresionante-aunque se echara de menos alguna de sus POMs como Rainbow Road, It Tears Me Up, Don´t Give Up On Me, Out Of Left Field o A Woman Left Lonely, por poner cinco ejemplos-favoritas porque tiene muchísimas más- Pero es normal que el setlist se reduzca porque Dan está a punto de cumplir 77 años.
La voz templada con carbón blanco hecho de pinos-incienso de Alabama te llevaba a ver de dónde viene y todo lo que nos ha traído con el paso de su testigo (Bobby Charles-aunque tan veterano como él- en el disco con los The Band tiene su aire y el Eric Clapton época Slowhand/Backless posee ese tipo de rajo de Iglesia o al menos eso le gustaría)
Dan Penn, insisto mucho en esto, es la historia de la música norteamericana, de toda y así lo demostró. Una especie de Bob Dylan del Soul interracial del sur de los U.S.A. El sastre de la canción de Vernon-Alabama.
Eso supone un problema: si no eres a los que esa cultura rythm & blues ha empapado desde siempre y no te has fundido la pasta en cientos de discos del sello Atlantic, Stax, Goldwax o Hi, sólo lo vas a disfrutar si sabes distinguir lo bueno de lo malo, lo rutinario de lo excepcional. Y sobre todo que por los años tengas un respeto por la bella arruga y reconozcas el mérito de que un abuelo sea capaz de transmitir todo el arcoíris de sentimientos nobles del alma humana entre frases y melodías. Prevaleciendo el de un profundo amor.
Y digo esto porque hay gente a la que le rechina la veteranía y que les gustaría verles en la residencia sin cantar. Pobres incautos, ya os llegará el día en que os acordéis de agradecer el magisterio de los que han creado el arte mayor de la canción… esto vale por más de cien conciertos de los que presumís asistir.
Los aplausos fueron atronadores tras interpretar la primera canción, soulful como pocas, I Need Someone, uno de sus primeros y escasos singles grabados en Fame antes de darse el piro a Memphis a los American Studios y que versionearon los Willie And The Hand Jive. La elección era exquisita ya que ahí ya está todo el fundamento de su música y su particular forma vocal, combinando a los padres del soul: Bobby “Blue” Bland, los Impressions, Ray Charles y Sam Cooke. Casi nada pero siempre con el deje hillbilly al que nunca ha renunciado y que le ha dado su savoir faire.
Su melisma arrugado por los años pero puro como un manantial se entrelazaba en las estrofas haciendo de cada verso un delirio de respeto a un arte, de veneración a la música góspel, de visiones de algodonales y campos de maiz más anchos que el delta del Misisipi. Y todo con el precioso acompañamiento de la Soul4Real Orquesta, un lujo, ya que Dan Penn salvo en el estudio, nunca había tocado su repertorio con un acompañamiento tan completo. El maestro Iñigo Ortiz de Zarate a la guitarra ofició de director a la Robbie Robertson en The Last Waltz y estuvo fabuloso.
Y luego vino I´m Your Puppet que si bien la llevaron a listas los Purify, a mi me gustaría llevármela al cielo en la versión desnuda de Moments From This Theatre tocada con Spooner Oldham. Continuó la fiesta sagrada en el piso más alto de la Tower of Song con la very Motown, Keep On Talking, esa clase de himno que te dice a qué tipo de gusto musical y estético perteneces. Somos los mods.
Todo iba como la seda y llegó la primera anécdota que nos contó el del eterno peto vaquero fue sobre Sweet Inspiration (y aunque a algunos de esos que van a los conciertos a hablar y a decir que han ido, les pareciera un poco larga, fue parte esencial de la masterclass y ellos se lo perdieron por maleducados; seguro que son de los que cuando lleguen a esa edad pedirán respeto para sí mismos, espero que se acuerden de su despropósito en esta sala de abajo en que ya es habitual el contraste entre devoción y desprecio cuando se llena, lo haga Quique González o Ricky Lee Jones..
El punto central llegó con una terna de vértigo: Nobody´s Fool (mi favorita de su repertorio), ese momento de Dan más roquer, ese sublime lick interpretado por Iñigo a la guitarra y el cha cha cha chá final que me llevó a derramar una lágrima por Alex Chilton y los Big Star. Luego, otra de su sublime obra maestra de 1973, la escalofriante Raining In Memphis que en ese caso me traslado al Hard Nose the Highway de Van The Man, prácticamente de la época. Esos violines…por dios, qué pasada. Otra obra maestra.
Era el momento de interpretar la mejor cheating song del Soul y quizás su obra maestra entre varias y las seis cuerdas seguidas en descenso que la inician y hacen inconfundible, ni más ni menos que The Dark End Of The Street. Solo por haber compuesto esta gema merece la habitación mejor del cielo. Ahí recordé a James Carr, por supuesto, pero también a Ry Cooder y a todas las versiones que almaceno de este diamante de la southern soul ballad, hermana de las mejores slow songs de Otis Redding, Joe Tex o William Bell.
Luego con el público loco de amor, entregado y aplaudiendo a rabiar-la inmensa mayoría, los otros contándose el partido de fútbol- se arrancó a contar más secretos para la enciclopedia en sus clásicos You Left The Water Running (única demo que Otis grabó en Fame el día que estaba produciendo a su pupilo Arthur Conley el Sweet Soul Music y que surgió por accidente) y quizás la canción que más royalties le ha dado, la de sister Aretha, Do Right Woman, Do Right Man que compuso no para ella sino para su maravillosa mujer Linda que salió un momento a escena para abrazarle componiendo la foto de la arruga es bella más bonita que he visto en mi vida y que me recordó a los personajes del Hello In There de John Prine- Linda también se llama la protagonista de la canción del bardo de Illinois-
Y en su intro nos contó que fue Aretha la que le ayudó a completar la frase del puente con ese sospechoso “show some respect to me” a la pregunta de los versos de Dan
But you can’t prove that by me
And as long as we’re together baby…
Eso que a muchos les puede parecer una tontería es historia de la música popular y yo así lo percibí, como un suculento regalo de una estrofa que empezó inspirándose en James Brown ( it´s a man´s world) y acabó rematando Aretha e indirectamente Otis Redding con su reciente petición de Respeto. Un detalle que explica la grandeza de la cita y de que su único concierto en Europa haya sido en el Botxo.
La parte final del set fue quizás la más impresionante por ser las canciones menos conocidas y por su tono tan calmado e irresistible: Blue In The Heart del disco que hizo en los noventa con Irma Thomas y una perla de sus Fame Recordings Long Ago (Springsteen antes de Springsteen) desgarrada, gospel y terriblemente bella.
Y como Linda le dio permiso para volver a salir, tras una ovación de carne de gallina al terminar el breve pero intenso setlist, recuperó la Martin para un super regalo: comenzar Is a Blue Bird Blue (y después incorporarse la banda improvisando los tempos), un regalito que cedió a Conway Twitty cuando Dan era un membrillo, año 1960, 19 añitos y con la que nos explicó de la mejor manera el nacimiento (blues+gospel), desarrollo (rythm and blues + country) y perfección (rock&roll + soul) de una música eterna de la que este dios llamado Dan Penn es su dignatario de honor.
Y es que el tren pasó…y no se podía esperar a otra ocasión. Momentos de un teatro, momentos de una noche inolvidable y, por desgracia quizás irrepetible y soulful as soulful can be en Bilbao Soul City.
Sueño cumplido.

Mis colegas del Toyota Auris, los Masqueraders, salieron tras Dan con sus sombreros y chaquetas descaradamente brillantes a regalarnos un show arrebatador y pasional, comprimido y gospel-soul. Ver coordinar las voces de los tres fue algo que nunca habíamos visto y como si en un pack tuvieras a los Impressions , a los Temptations , a los Drifters y Rance Allen Group por el mismo precio.
Empezaron con la declaración de principios de I Ain´t Gonna Stop que ya en los ensayos a Alex Subinas y a un servidor nos había mantenido con el escalofrío durante todo su desarrollo.Qué bonita canción, qué especiales y bien compuestas que fueron las canciones de los Masqueraders. Ellos son la mezcla perfecta de doo-wop, R&B, country, soul y góspel.
Cantaron todas de su repertorio salvo una despedida en forma de bis con dos pequeños extractos de A Change Is Gonna Come de Sam Cooke y el I´m So Proud de los Impressions ( el fundamento, vamos, tal y como me dijeron en el viaje en coche-se pasaron un año en Beale Street haciendo solo versiones de Sam y me dijeron que Curtis Mayfield es su referente, cómo no)
En las baladas resultaron irresistibles con todos esos caminos que marcan las voces en tonos imposibles que solo el que tiene el góspel los saben. Y recordé, aparte de los mencionados a Prince, que fijo que era fan de ellos. Y pensé que porca miseria que no ganaran de calle el America´s Got Talent porque lo merecían.Lució el single de Soul4Real Records, Oh My Goodness recuperado de su época de gloria y como bis su hit I´m an Average Guy. Entre medio, alguna balada de puro deep soul a la Bobby Womack como y números ya míticos y muy Motow como Do you love me que hicieron levitar en baile y coros al público inglés, fiel a su cita soulweekender de Octubre en Bilbao.
Pero uno que un romántico se queda de todo el lote con I ain´t got to love somebody else ,un single del sello Bell que es una absoluta obra maestra y único vídeo que fui capaz de grabar para el recuerdo de ellos con manos temblorosas.
El buen rollo entre Sammy, Harold y Robert, los gestos para dar impulso a su sermón, su look y su emisión de continuo amor por el Soul eterno, no hicieron más que rubricar que el 6 de Octubre de 2018, Bilbao fue la capital del la música del alma.

Pero no lo olvidemos, no fue un milagro, aunque así se percibiera sino un sueño cumplido nada fácil gracias al duro trabajo de tres personas que aman el Soul y a las que los artistas que tienen el 7 de primer número en su edad les supone un atractivo irresistible porque la arruga es bella y sabía y lo saben. Les quieren agradecer todo lo que nos han dado y dan porque ya no quedan demasiados y porque Bilbao siempre da las gracias a quien la visita.

Esto va por Alex , Javi y Aitor.
Eskerrik asko soulbrothers.
I´m on cloud nine!

Joserra Rodrigo


Un comentario

  1. Impresionante crónica Joserra. Desde la distancia y ante la imposibilidad de haber podido presenciar un milagro musical tan especial, te agradezco mucho que compartas tus sentimientos con los que como yo, amamos la música real, la sinceridad y la pasión. Un abrazo. Y si, Bilbao es especial, ya estoy deseando volver y poder agradecerte en persona que mantengas viva la llama que hace que nuestro motor (vital y musical) siga funcionando.

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