Hace poco reseñaba aquí en el Exile el disco Superfruit, colaboración de Carolina Otero y Mike Grau. Hoy tenemos de vuelta a Carolina Otero con la excusa de la edición de As I Fade Out, el nuevo disco junto a sus Lil’Knife que presentará mañana sábado en el Amstel Arts junto a Palo Domado, aprovechamos para charlar un poco con ella de música, literatura… y un poco de todo.
EX: Hola Carolina, tenía muchas ganas de hablar contigo, tengo que confesar que eres una de las artistas que más admiro y respeto en la actualidad en cuanto a agitar guitarras se refiere.
CO: ¡Superagradecida por ello, Chals!
EX: Aún estoy disfrutando Superfruit, tu colaboración con Mike Grau, y ahora acaba de salir As I Fade Out con Lil’Knife. ¿Menuda marcha, no? ¿Y seguro que un día nos sorprende Mad Robot con nuevo disco? ¿de donde sacáis el tiempo?
CO: Mad Robot están en ello y yo, poco a poco, participaré en ese lanzamiento. El tiempo es elástico, ya sabes. Hacer es nuestro modo de vida.
EX: La primera canción adelanto de vuestro disco ha sido Searching For The Spanish Stars, fantástica, que melodía!!! y me encanta ese toque sardónico que imprimís a vuestras letras, dime ¿Quiénes son esas estrellas españolas? Las letras suelen exponer en cierta manera vuestro mal estar con respecto a cómo va en general casi todo, directa o indirectamente, globalización de garrafa y tal.
CO: El texto de “Searching for the Spanish Stars” se refiere a los impostores, que los hay, en todas las disciplinas. Ahora, con la democratización de las nuevas tecnologías, parece que todos pueden ser poetas, videopoetas, pinchadiscos, críticos, fotógrafos, curadores de arte, a la vez que dibujantes, y a saber qué más cosas. Además, llevados por su ego, se critican unos a otros de manera destructiva. Yo quiero estar al margen de eso, de los grupúsculos; yo trabajo a mi ritmo, escribo y compongo desde siempre pero tampoco alardeo; lo hago porque no sé estar en la vida de otra manera. Desde ahí, hay algo que me parece que desconcertaría, y tal vez sonrojaría, a Leonardo da Vinci y es la etiqueta de “artista del Renacimiento”, aplicada a ciertos creadores por algunos medios de comunicación sin ton ni son. ¿Recuerdas la fábula de burro y la flauta? La escribió Iriarte en el siglo XVIII, es bastante ilustrativa y creo que más mordaz que mi letra, que al final es suavemente irónica.
EX: Tal y como te leí en facebook, el título del disco habla de desaparecer, y una de tus nuevas canciones, la titulada 20, habla de lo que significa estar 20 años haciendo canciones, diría que el disco tiene un trasfondo agridulce o de desencanto con respecto a la llamémosla escena musical.
CO: Sí, lo tiene, y así lo he querido ilustrar con la portada, una niña con un gesto entre pensativo y melancólico. Sin embargo, y como subrayo en “The Hummers”, cierre del disco estratégicamente, “we ain’t nothing with no songs, just some bunch of flesh and bones (…) we need a beat, a sound, a word, shelter for the soul” (“no somos nada sin canciones, solo un puñado de carne y huesos (…), necesitamos un ritmo, un sonido, una palabra, refugio para el alma”). Al final, aunque a veces pueda haber frustración, soledad, queda el impulso creador, y optimista, que en sí es el premio, el éxito, nuestra ancla a la vida. No tiene nada que ver con tocar en todos los festivales de verano o salir en anuncios de cervezas: “¿Para qué necesito una canción? Para no oír el ruido del mundo”. Me gusta recordar que, según Ítalo Calvino, mientras a Sócrates le preparaban la cicuta (fue condenado a muerte), se empeñó en aprender una canción para flauta, además bastante complicada. ¿Para qué le iba a servir aprender aquella melodía si poco después el pensador iba a desaparecer? Sócrates respondió con seriedad que para saberla antes de morir.
EX: Esto de hacer canciones debe tener un premio, o al menos tiene que dar sentido a todo lo demás, o es un impulso primario inevitable digo yo.
CO: Es un modo de vida, es pasión, es mi ancla al presente. Todo esto es premio y, ahora, es mi visión del éxito.
EX: En el anterior disco, Diastema Girls, fue evidente el acercamiento más directo hacia las melodías, que ojo! aquí no andas falta de ellas, ni tampoco en Superfruit, pero quizás parece que las guitarras además de unos desarrollos más trabajados ahora parecen recrudecidas, hay verdaderas delicias pop y también una balada deliciosa en contraposición. Pero en este disco en general parece que buscabais endurecer un poco el sonido.
CO: Estoy bastante contenta con Diastema Girls, y, normalmente, por inseguridades propias, no me suele pasar con mis cosas. Pero ese disco de 2015 lo puedo oír con el pequeño orgullo de la Carolina menos castigadora. A partir de ahí, de esa producción pop de Paco Loco (había rock ya: “Daphne Calling” o “Outloud”), yo quería el grano del rock sin abandonar la melodía (de lo que puede que adolezcan algunas de mis canciones antes de 2015), la batería con pegada, el riff sencillo pero memorable, la letra descarada y rara (ej. “Mango Chutney”), quería que llegara As I Fade Out.
EX: ¿Cómo te vienen las canciones? ¿aparece el riff y el efecto dómino hace el resto? ¿o aparecen los versos y la música surge? O quizás vienen todo a una.
CO: Me gusta pensar en mí como cantautora con banda: son mis canciones pero con el grupo consigo cosas que sola no conseguiría. Cada miembro del grupo imprime su huella en las composiciones.
Las canciones no siempre vienen igual pero recuerdo que al menos desde 2015, con Diastema Girls, los temas nacen de chispazos en forma de melodías. Eso pasa porque a una le pilla la inspiración trabajando, claro. Desde ese año, guardo muchos bocetos de melodías registrados en mi teléfono móvil, que luego he trabajado y desarrollado con la guitarra. En Diastema dejé temas fuera pero ahora con As I Fade Out diría que he sido más directa creando y hemos grabado todo lo que compuse. Tal vez haya aprendido algo estos años. Creo que desde 2015 hago mejores canciones.
Esas melodías que normalmente forman luego parte de los estribillos suelen venir acompañadas de palabras clave, frases, que luego elaboro conforme voy desarrollando la canción. Siempre pulo las letras al final, cuando la frase esbozada encaja perfectamente en el ritmo y la cadencia de la canción. Pocas veces he puesto música a una letra, aunque es cierto que en alguna ocasión ha sucedido así en discos anteriores.
En resumen, prácticamente desde 2015 y de forma consciente, las canciones dan entidad a las melodías. No quiero que sobren cosas, no quiero “paja”, quiero dominar las estructuras. Lo cual no quiere decir que la canción final no me sorprenda a mí misma y sea otra cosa que lo que había ideado. Eso también es bonito para la creadora. Pero, por ejemplo, en “The Hummers” recuerdo que quería algo muy parecido a lo que he obtenido. Cuando la ensayaba al principio con Dani y Nick no había manera de obtener lo que imaginaba, estuve a punto de dejarla a un lado; es de las canciones que más tardaron en arreglarse (me refiero a los “arreglos” de guitarras) pero creo que, en mi disco, es un cierre perfecto y el trabajo y esfuerzo han tenido superpremio.
EX: Estoy seguro que estás en constante movimiento encontrando nuevos referentes y discos, dime también si se puede decir ¿Qué bandas o discos actuales tienes hoy en el punto de mira?
CO: Los ensayos, sin querer, siempre han sido también tertulias musicales, así que Nick y Dani me recuerdan discos clave del power pop y el rock respectivamente, pero más clásicos. Luego, el propio Mike siempre me sugiere un montón de discos y bandas actuales. Concretamente, el “Sr. Robot” está muy pendiente de lo que se hace ahora de ascendencia rock, alt rock, noise pop, neonoventa y es una buena fuente de descubrimientos. Muchas de las bandas que me ha recomendado, u otras que he ido descubriendo de rebote, se reúnen alrededor de la emisora americana KEXP, otras las he hallado por la plataforma Audiotree. Con todas estas referencias, desde 2015, he estado escuchando mucho a artistas como Alvvays, Angel Olsen, Lvl Up, Bully, Waxahatchee, Wolf Alice, Lemuria, Snail Mail, Ty Segall/ Fuzz, Mikal Cronin, Cloud Nothings, o seguido las novedades de más veteranos como Juliana Hatfield, Nada Surf o Guided By Voices. ¡Ojala tuviéramos en España plataformas así con esas entrevistas y ese mimo en el sonido!
EX: La verdad es que el sr.Robot también me ha descubierto algunas de las que mencionas, Cloud Nothings, Alvvays, Waxahatchee… Y dime ¿existe algún precedente tuyo en una banda o sosteniendo una guitarra o haciendo canciones antes de Give Me Your Shoes del 2011?
CO: Yo empecé con unos 18 años, precisamente con mi guitarrista actual, Dani Gurrea, en un grupo de versiones, Four Wild Heteros. Tocábamos temas de Veruca Salt, Foo Fighters, Teenage Fanclub, Smashing Pumpkins… pero también alguno mío, antiguo (de cuando tenía unos 14 años). Empecé pronto a hacer canciones, de hecho mis primeros temas seguían una técnica algo dadaísta sin yo saberlo: de pequeña cogía títulos de los Beatles y montaba canciones. Imagina, sin saber inglés, con unos 8 o 9 años: “She loves you, here comes de Sun, I wanna, I wanna hold your hand”, o algo así.
Tras esos pinitos con banda (y conciertos, lamentablemente –LOL–), puse un anuncio en la universidad y empecé a cantar con Lola Puñales, el germen de Lülla, formación con la que saqué 3 discos. En esa banda componíamos todos, a partir de sesiones de improvisación. Una etapa con cosas chulas, claro, donde forjé también mi cerebrito como compositora. En 2009 tenía absoluta necesidad de sacar mis canciones, y ese verano me junté con Ramón (Hi Lo Ray), con quien grabé una maqueta en su estudio de Alcoy. Ese fue el inicio de Carolina Otero & The Someone Elses, banda que formé en 2010, al tiempo que seguía con Lülla. Luego vino mi colaboración con Mad Robot a la guitarra y los coros, a lo que debo haber mejorado en el instrumento y en la composición. Como ves, aunque no toque en el Primavera, llevo tiempo haciendo canciones.
EX: Hablando de todo un poco, que no todo va a ser rock’n’roll. El año pasado publicaste el poemario ‘No te hagas el muerto’. Y es que quizás muchos no sepan que hace bastantes años que escribes tanto poesía como narrativa, desde bastante antes de la edición de tu primer disco, aún así me da la sensación de que eres más conocida por la música que por la literatura.
CO: A veces creo que en el campo de la literatura no me prestan atención porque ven que hago “otra cosa” (música), y a la inversa. Para mí letras y música son mis grandes pasiones, y creo que no soy una intrusa. Mi primer libro lo saqué en 1998, “Versos para un hombre de pero en pecho”, ganador de un premio de poesía.
A quien le interese mi obra, bienvenido o bienvenida con mucho agradecimiento, pueden elegir por donde empezar: 3 discos con Lülla, 3 discos como C.O. & The Someone Elses, 1 disco con Mike Grau y otro como Carolina & Lil’ Knife, 5 libros de poesía y una plaquette de poesía “inencontrable”, “La pena y el blíster”, además de mi participación en 2 proyectos de escritura narrativa colectiva con Hotel Potsmoderno.EX: Supongo que se retroalimenta la una de la otra, la poesía se filtra a la música y al revés. CO: En efecto, una actividad alimenta a la otra en un bonito círculo. En mi libro “Balada del rímel corrido” aparece un poema llamado “Diastema Girls”, por poner un ejemplo concreto, y mis letras de canciones tienen recursos propios de la poesía como la anáfora o la metáfora. De otro lado, en ese libro que citas campea un Nick Cave de ficción que se come una tarta conmigo en una gasolinera. Tengo mi mundo propio, no sé si mejor o peor, eso yo no lo juzgo.
EX: ¿Qué te aporta la música en contraposición a la poesía? ¿y la poesía a la música? o igual vienen del mismo sitio. ¿hay nuevo poemario a la vista?
CO: La escritura me ancla de manera especial al “yo” individual; la música, al hacer puesta en común, me acerca al “yo” colectivo. Las dos cosas, en su momento, muy necesarias. Soy muy productiva: tengo 4 poemarios cerrados y una antología preparada con textos de 1998 hasta 2018. Podría haber una editorial interesada pero todavía no hay nada cerrado.
EX: Le leí hace poco a un artista que la letra no importa demasiado en el rock, que con que quede bonita sobra, me da que para ti eso no sirve, y más viniendo de la poesía. Pero si es verdad que hay una diferencia sustancial entre escribir una poesía y componer una canción. CO: Yo te aseguro que no podría cantar “baby baby, oh yeah” así sin más. Si lo canto es porque es irónico, está contextualizado y es intencional (como pasa en “Patatas frías”). De hecho, ha habido canciones de otros que me gustaban hasta que he descubierto lo que decían. Las letras importan aunque haya público que prefiera cantar “lo lo lo lo” como si estuviera en un estadio de fútbol con el puño levantado.
En España sucede algo curioso: a la gente le gusta escuchar letras en castellano porque las entienden (eso lo comprendo), pero inmediatamente acreditan esos textos, y a sus autores/as, por el hecho de ser cantados en castellano. Para mí, muchas letras que se cantan son manidas, aburridas, poco imaginativas, estereotipadas, sólo hablan de amoríos y crisis de edad X. No creo que todas las letras cantadas en castellano merezcan un valor añadido porque esa sea la lengua vehicular. Letras estupendas son las de Sergio Algora, algunas de Maria Arnal (también en català), o de Nueva Vulcano, como mínimo, curiosas. Y me interesan.
Hay diferencias en cómo se aborda una letra y un poema. El poema debe tener su propia música, inherente, no una música aparte como la letra; la letra debe amoldarse a un ritmo y melodía, si no es forzado. Esa es mi opinión, claro.
EX: Que referentes literarios actuales recomendarías a quien lea esto.
CO: Leo fundamentalmente poesía y destaco a Olga Novo (Los líquidos Íntimos), la antología de Sergio Algora en Ed. Chamán, Ellas tienen la palabra (antología mítica ya de la editorial Hiperión), Heterodoxos… (antología de DVD poesía, selección a cargo de Isla Correyero), Desalojos de Miriam Reyes y La edad de merecer de Berta García Faet.
EX: Parece que por fin el debate sobre el dominio patriarcal que siempre azotó al mundo civilizado está sobre la mesa, tu lo dejaste claro ya con, por ejemplo, Diastema Girls y con algunos poemas tuyos. ¿Tú lo ves todo tan viciado como yo? Y en relación a esto, las redes sociales se han ido de madre, no?
CO: Yo lo que veo es que nuestros jóvenes están retrocediendo, porque están siendo bombardeados por la publicidad y medios de comunicación que “pornografían” y debilitan a las mujeres. Hace unos años iba por ahí circulando un anuncio de Dolce & Gabanna en que unos varones modelos posaban en conato de violar a una chica modelo (hago hincapié en “modelo” porque se está asociando la belleza canónica con una actitud violenta y punible). Con la doble moral, porque luego en Facebook pueden censurarte un desnudo, aunque sea un hermoso cuadro de Botticelli. El sumum sería que Maluma tocase en nuestras plazas de toros (ya está sucediendo en Valencia), espacios públicos cedidos por pasta, que Maluma siga diciendo que eyacula encima de una chica, que a otra le gusta pagarle “para que se lo haga”, que además está con otra mujer a la vez, y que eso sea el modelo de amor para los adolescentes… pero luego igual ya no podemos ver más “El origen del mundo” de Gustav Courbet, porque para los censores es una “guarrada y el icono (unos genitales femeninos dibujados al óleo) tengan demasiado vello”.
EX: ¿Puede que esté cambiando como se expresan las nuevas generaciones que vienen detrás y no lo vemos? ¿o tal vez aún le queda esperanza al «mundillo musical» tal y como lo conocemos?
CO: Estamos en un momento de cambio así que es difícil analizarlo. Los momentos de cambio no son necesariamente malos y nunca he creído en eso de “malos tiempos para la lírica”.
EX: Porque luego está el tema de los bolos, me hago una idea pero… ¿Cómo es posible que vengan grupos de tan lejos todas las semanas y la escena digamos «local» (quitando de los cuatro de siempre) no pueden casi ni salir de la puerta de su casa, ni por asomo por el resto de la península?
CO: Nosotros no tenemos manager, todo lo conseguimos “a pulso”. Lo que parece evidente es que las fronteras entre el “mainstream” de los 40 principales y otras radios supuestamente independientes ahora mismo está desdibujada. Como sabes, ahora, con la caída de las ventas de los formatos físicos, lo que da dinero a las bandas es el directo y por eso se repiten los nombres en los carteles, y siguen proliferando nuevos festivales en los que la gente paga una pasta para ponerse a hablar de sus cosas y a hacerse selfies por lo general. Por fortuna, hay iniciativas auténticas como el Xiriapop que lleva Xabier Granda en Carballo, iniciativas verdaderamente guiadas por una pasión y no por hacer caja a toda costa: por la música. En ese festival tuvimos el placer de tocar, gracias a que sonó “Greener Grass Dreamer” en el programa de Luis de Benito, “Islas de Robinson”, si la memoria no me está fallando, onda que le llegó a Xabier y nos llamó para invitarnos. ¿A qué hemos venido en verdad a esto de la música? Nosotros, en el grupo, no pasamos un día sin oír música, hablar de ella, comprar una novedad, a veces podemos ser muy pesados para oyentes externos.
EX: Me da la sensación que en este «mundillo» está todo muy compartimentado, si no entras en la rueda de quienes manejan el cotarro te quedas fuera, claro, hablo de tener detrás una promotora o una agencia de peso.
CO: “Hola, soy Carolina Otero, y tengo dos buenos discos: Diastema Girls (2015) y As I Fade Out (2018). Creo que ya es hora de que me invites a tocar, no porque sea mujer y sientas la presión de cumplir cupo –tampoco está mal que sientas esa presión, ¿no? ¿Es que tenemos el gen femenino de la incapacidad musical?!– sino porque mis canciones están bien y canto de manera agradable, aunque de vez en cuando es cierto que suelto un grito y me pongo fea llevada por el arranque interpretativo en concreto. Creo que si me programas nadie se va a apalancar, mis canciones tienen su “flow”, y hasta hay algún momento-mechero. Nada de posar con un pie en el monitor, hacer air guitar o gritar “¡sois unos motherfuckers!”, nunca insultaría a quien ha tenido el detalle de escucharme tocar. Atentamente. CO.”
EX: A ver perdona, tu primer disco tiene la canción Alt Country Girls que es favorita mía y Benidorm no está nada mal, es un disco con muy buenas canciones y también mucho «flow». Pero… ¿Y si un día te llamaran a la puerta para ofrecerte ir a todos los festivales del indie-mainstream?
CO: ¿Todos?! Me fastidian mucho los que están en un entorno natural: crecen festivales impertinentes cerca de playas o huertas. Aceptaría de buen grado ir al Primavera Sound a tocar pues allí he visto grandes conciertos (a las Warpaint, me gustaron, en un momento algo zen que tuve). No iría a ninguno que menosprecie a las mujeres (recuerdo que hay un estudio que habla del porcentaje de la presencia de mujeres en festivales y es para tirarse de los pelos de todo el cuerpo). Se van reduciendo las posibilidades, ¿no? Venga, a ver si me invitan de nuevo al Xiriapop, que de indie-mainstream no tiene nada y hay gentes estupendas.
EX: Sé que son muy pocos y más para amantes de la música como tú, pero defínete en 5 discos, o dime 5 discos sin los que no puedes vivir.
CO: Difícil. Sólo tengo claro que mañana no cambiaría el primero de esta lista, tal vez mañana aparecerían otros: To Bring You My Love (PJ Harvey), Incesticide (Nirvana), Mellon Collie and the Infinite Sadness (Smashing Pumpkins), Ma colère (Françoiz Breut) y Alvvays (homónimo, por poner algo más reciente).
EX: Oh!!!! Pj Harvey es favorita, y ese disco es canela en rama. Y por cierto por aquí tenemos reseñado el Incesticide, infravalorado de Nirvana. A lo que vamos, presentáis As I Fade Out este sábado, enhorabuena, lo estoy escuchando estos días y es un discarro como la copa de un pino, que guitarras! y que canciones!. La verdad es que estoy disfrutando con la música que hacéis, joder, esto hay que llevarlo a la KEPX, que firméis con Matador, Sub Pop..!!!!
CO: Qué risa. Tienes muy buenos deseos. La verdad es que Sub Pop mola, y muchos más como de The Flying Nun. Ojalá tuvieran filiales en España. Tal y como están las cosas, mejor dedicarse a hacer canciones y tener pocas expectativas, y si llega algo “más grande”, pues se celebra.
EX: Me alegro mucho de haber podido hablar contigo. Mucha suerte.
CO: De nuevo, gracias, Chals, por tu interés y tus buenos deseos. Un abrazo fuerte.De momento podemos escuchar Searching For The Spanish Stars, adelanto de As I Fade To You. A todos los que no estéis muy lejos os esperamos en el Amstel Arts de Valencia, mañana junto a Palo Domado.
Añadir a lo dicho un anexo con su trayectoria, obra discográfica y literaria, atentos (casi nada!!!!):
DISCOS
– As I Fade Out (CO&Lil’Knife, Borx/EndOfTheWorld, 2018)
– Superfruit (CO&Mike Grau, Borx/EndOfTheWorld, 2018)
– Diastema Girls (COTSE, Malatesta Records, 2015).
– Lülla (Lülla, Malatesta Records, 2015).
– Benidorm (CO&The Someone Elses, Malatesta Records, 2013).
– Fall In Love With Yourself Because I Love You No More (Lülla, Malatesta Rcds, 2012).
– Fiesta (Lülla, Malatesta Records, 2010). – Give Me Your Shoes (CO&The Someone Elses, Antártida Records, México, 2011).POESÍA
– Balada del rímel corrido, Ediciones en Huida, 2015.
– 43 m², Ediciones Olifante, 2013.
– Anunciado en televisión, Ayto. Lekunberri, 2012.
– Colección de poesía Abastos, VVAA. Antología, Ayuntamiento de Valencia, 2006.
– 20 anys de poesia a la universitat, Antología, VVAA., Valencia, Ed. 96, 2001.
– Versos para un hombre de pero en pecho, Casa de Cultura de Chiva, 1998.NARRATIVA
– Los Borbones en pelota, Ed. Olifante, VVAA, 2014.
– Relatos Ilustrados Opticks, Opticks Magazine, VVAA, 2012.
– De la Habana un barco, Ed. Lengua de trapo, colectivo Hotel Postmoderno, 2010.
– Hotelº Postmoderno, Ed. Inéditor, 2008, colectivo Hotel Postmoderno, 2008.
PREMIOS
– Premio de poesía Mislata (Literatura Breve) 2017.
– Ángel Urrutia de Poesía (Lekunberri, 2012).
– Abastos (Valencia, 2006).
– Goma de Nata (Sagunto, 2000).
– Sargantas (Chiva, 1997).
OTROS PROYECTOS
– Dirige la página «Tachaduras«: página de textos de poetas junto a su manuscrito inicial.
– Co-editora de la plaquette de poesía y prosa «Flechas de Atalanta» junto a la poeta Luci Romero; publican a jóvenes escritores e ilustradores en lengua castellana.
– Retratos de la «escena» musical valenciana junto al fotógrafo Juan Terol, “Portrait Sounds».