Críticas Discos

Carolina Otero y Mike Grau nos traen Superfruit, un disco con canciones nacidas en el impasse de los dolores de parto de sus respectivas bandas. Una producción en principio humilde pero cuidada al detalle en el que Grau maneja el cotarro en The Room, su base de operaciones, allí compone, graba, mezcla y produce estas ocho canciones desarrolladas junto a Carolina Otero que aporta textos y voces. Hay que ver! estos dos artistas sacan este disco mientras ultiman los detalles con sus respectivas bandas… como si nada! Hay que joderse si encima lo que iba a ser un EP se convierte en una colección de canciones que enarbolan como pocos la bandera del mejor rock alternativo de guitarras que he escuchado en los últimos tiempos.

Aclaro que a pesar de lo circunstancial del asunto más que nada por la proximidad con la publicación del disco de Carolina & Lil’Knife (con Mike Grau en los tambores) y el prejuicio que pueda despertar por su condición de colaboración, realmente estamos ante un disco con entidad propia, costumbrismo alternativo de guitarras, café, miel y cuchillos afilados, alt.rock al que no le hace ningún favor que se le considere como un mero ejercicio nostálgico de esencia años noventa, lo digo más que nada por el vigor, la actitud y por el mimo con el que están tratadas las canciones, qué melodías y estribillos!, y qué guitarras tiene este disco !.

Las influencias de ambos siempre han transcurrido por territorios sonoros similares, teniendo ahora en este Superfruit su punto de encuentro, pero independientemente de en qué rama del árbol descargan su peso, las canciones se suceden de manera natural con unas cuantas perlas que me tienen trastornado. Disco en el que se denotan dos partes diferenciadas, no literalmente en su tracklist pero si en su naturaleza sonora. Por un lado el rock más áspero y guitarrero, y por otro lado las canciones más poperas, siempre sin salirse de esta esencia alternativa.

Canciones como Night Wolves y Body tienen a Steve Albini como referente más claro, héroe de Mike Grau a lo largo de toda su carrera. Por otra parte el indie-rock adictivo de Tied To You y que, como ya dije, ya quisiera haber firmado Kim Deal, una maravilla, en la misma línea em medio tiempo indie-rocker Grey, y oh! la fantástica Our Way que nos lleva hasta un gran hit con una gran melodía, el detalle de unos teclados y una parte de guitarra eléctrica de escándalo, tonada que debería recordarle al sr.Rivers Cuomo que él un día hizo canciones tan redondas. Aparece una vertiente más reflexiva y menos vista en sus discos respectivos que baila entre el pop y la melancolía como son Bad Times y Gravity, ambrosías alternativas descomunales, esta última con cambios de ritmo hacia latitudes más densas y nirvaneras, genial. Esta super-fruta se despide de manera apoteósica con el Lovesong de los Cure, que sin matar su esencia original se lo llevan a su terreno en una gran versión, el bajo en primer plano y esos pequeños detalles que la hacen especial, las segundas voces, el teclado, una guitarra imponente, potente, fantástica.

Más que una pausa en el camino este Super Melodic Melancholic Endogamic Fruit culmina la hasta el momento impecable carrera de estos siempre corrosivos y críticos artistas, pues en este disco confluye toda la sabiduría acumulada por ambos, por una parte me descubre a Mike Grau como un gran productor que con pocos medios y las ideas muy claras consigue que este disco no suene a home-studio ni por casualidad, por otra Carolina Otero entrega el mejor trabajo vocal de toda su carrera, su capacidad para la melodia debería ser reconocida más allá de esta escena local. En general a modo de catálogo de la música alternativa en tan sólo ocho canciones son capaces de condensar la aspereza del alt-rock más guitarrero y unas melodías y estribillos realmente adictivos, y todo con un trasfondo entre la luz y las sombras marcado por el momento personal, canciones que sirven de purga y descarga interna, un cogerse fuerte a lo que más aman, hacer música y disfrutar tocando guitarras a todo volumen, y me pregunto que sería de ellos si en vez de a orillas del Turia publicarán en Sub Pop o en Matador, quizás llegarían a nuestras manos con unas impresiones diferentes, quien sabe, yo lo tengo más que claro y sus discos (incluido este) los tengo en la balda junto a las Breeders, Nirvana y Sonic Youth (entre otros), donde dejaré cuando me lleguen los nuevos discos de Steven Malkmus, Courtney Barnett y Car Seat Headrest. Y todavía tengo por escuchar lo nuevo de Carolina Otero & Lil’Knife (https://carolinalilknife.bandcamp.com/album/as-i-fade-out) y aún por venir el próximo disco de Mad Robot. Esta escena musical me lleva gustosamente de culo.

Inspirado en la reseña escrita en NO SÉ VIURE SENSE ROCK
Para escuchar el disco: 
https://open.spotify.com/album/4fkSe6386TTC40o30NNREE

Superfruit. A record by Carolina Otero and Mike Grau (2018)

1. Night Wolves / 2. Tied To You / 3. Bad Times / 4. Grey / 5. Our Way / 6. Body / 7. Gravity / 8. Lovesong


2 comentarios

  1. A mí fueron Pixies, Pavement y Sonic Youth quienes me vinieron a la cabeza cuando escuché el disco por primera vez en el coche de Juanjo, Chals. Pues sí, por lo que escuché, un trabajo brillante excelentemente loado y glosado por ti.

    Abrazos.

    1. Si, es verdad que Pavement y Sonic Youth (en su faceta más accesible) están también muy presentes, ambas referencias citadas en el último párrafo. Lo de Pixies lo veo más en Mad Robot, quizás sea la manera de cantar de Carolina que me lleva a las Breeders. Saludos Gonzalo, gracias por pasar, un abrazo.

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