Libros Críticas Especiales

Reseña del discolibro ‘Veinte disparos canallas’ de Luis Martín y Ricardo Virtanen, componentes de los Lobos Negros.

Cayó en mis manos “Veinte disparos canallas” y, con velocidad supersónica, fue leído casi de un tirón. Volviendo ahora al arranque de este discolibro, me parece sumamente interesante y acertado el prólogo de Santiago A. López Navia cuando diserta acerca de las dificultades de resistir y, mucho más, de mantener la coherencia.

Tras más de 35 años de trayectoria, los Lobos Negros son, o deberían ser en todos los ámbitos, una institución musical que puede presumir de honestidad y de congruencia. Eso se visualiza aún más, si cabe, al comprobar en este poemario el venazo y sentido lírico de unas descargas impactantes, con un halo rocanrolero a cargo de la voz cantante y guitarra Luis Martín, así como del batería Ricardo Virtanen.

Discolibro Veinte disparos canallas de Luis Martín y Ricardo Virtanen.

El primero de ambos se sincera, se despoja de prejuicios desde el inicio, con ese “yo a secas”. A partir de ahí prosiguen las figuras metafóricas entre celdas, carreteras y buenas dosis de rock ‘n’ roll.

Por supuesto prevalecen las canciones como marcas del pasado, como recuerdos para olvidar, o acaso como huellas de terrenos para explorar, mostrando un apartado bastante emocional en el homenaje a referentes como Carl Perkins, Johnny Cash, Jerry Lee Lewis o Elvis Presley, hasta incluso logrando conmoverme en ese verso de “somos la generación última, ídolos alzados sobre ídolos con su guitarra como única fortuna”. Ya no vale volver atrás, que diría después el musicófago.

Amor, perdedores, pistolas, blues… y llega el momento de vaciar el segundo cargador con un Ricardo más místico, más contemplativo, posiblemente para ser más inmune al dolor.

Y de nuevo las canciones que subyacen y que sirven de inspiración. Demasiado joven murió Jim Morrison, demasiado le quedó por ver. O la fragilidad, las horas muertas, mientras suena Tom Waits entre dolor, hundimiento y se enciende la hoguera del futuro. Sin duda no hay mejor colofón que decir que la vida es un sorbo ingrato de melancolía o esa moneda falsa que lanzaste…

Pero ahí no acaba la cosa. Se adjunta, o mejor sería decir se complementa, con “Aullando en la movida”, el quinceavo álbum, y primero en directo, de los Lobos Negros, acompañados de ilustres como Edi Calvo (Gabinete Caligari), Victor Aparicio (Los Coyotes), Javier Teixidor (Mermelada)… recopilando brillantes composiciones de Luis, tales como “Carretera asesina”, “Bailando con lobos”, “La vida es demasiado corta”, “Misterioso tren hacia Arganda”, “Motor boogie vudu rock & roll”…  así como versiones de históricos tipo The Trashmen, The Surfaris, Doctor Feelgood, Tom Waits, Hank Mizell o Bob Dylan. Una gozada.

Link de compra: Editorial La Discreta.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos que te pueden interesar