El gran regreso de Hoodoo Gurus con 'Chariot of the gods' (2022)

16 de marzo de 2022
Autor: Juanjo Mestre.

Reseña y crítica de ‘Chariot of the gods’, álbum publicado en el 2022 por los australianos Hoodoo Gurus.

…mantienen la dignidad, la energía y la categoría pese a que canas, calvicie y/o hinchazones varias pueden invitar a la deserción…

Que la banda australiana de Sidney comandada por el muy egregio Dave Faulkner —junto a Brad Shepherd (voz y guitarra), Rick Grossman (voz y bajo) y Nik Rieth (batería)—, se ha dosificado esporádicamente a lo largo del actual S.XXI, es una certeza que no deja margen para las dudas. Pero ahí no queda la cosa puesto que lo más importante es el resultado, como mínimo un notable alto en «Mach schau» (2004) o en «Purity of essence» (2010).

Doce años, por tanto, han transcurrido desde su último trabajo, del que por cierto siempre recuerdo el soberbio artículo que le dedicó mi gran amigo, kamarada y grandmaster Gonzalo Aróstegui en su «Ragged Glory», donde comenzaba recalcando que «da gusto comprobar que por algunos no pasa el tiempo. Si la mayoría se convierte en fotocopia distorsionada y vulgar con el transcurrir de los años, unos cuantos mantienen la dignidad, la energía y la categoría pese a que canas, calvicie y/o hinchazones varias pueden invitar a la deserción…» Ese extracto me parece sumamente apropiado también para el más reciente «Chariot of the gods» del presente 2022.

Con la introducción «Early opener» donde parecen insinuar que, aunque tiempo atrás lucían melenas en el sueño salvaje de «Come anytime», no han perdido la inspiración, y ello se manifiesta en ese chute de adrenalina que es «World of pain».

A partir de ahí el powerpop alternativo aussie marca de la casa con la voz de Faulkner —que no ha perdido ni un ápice de grandeza—, la contundente percusión y las crudas melodías guitarreras, comienzan a abrirse paso con actitud, con sabiduría, con el espíritu intacto de «Stoneage romeos» y con esa especie de cóctel que contiene ingredientes de The Who, Cheap Trick, Scientists, Dubrovniks, Elvis Costello, Redd Kross…

«Get out of dodge», por ejemplo, es un himno pegadizo de mucho poderío que exhibe posicionamiento social frente a mentes estrechas y cargadas de odio. Más rocanrolera, en este caso sobre la liberada inclinación sexual hacia personas del mismo género, es «Hang with the girls».

Como siempre acostumbran, ponen el turbo con su característica e intensa high energy en «Don’t try to save my soul» y en un «Answered prayers» que podría encajar en la banda sonora de «Taxi driver». Por cierto, he leído que el vinilo incluye dos versiones tremendas de «I wanna be your man» de The Beatles y del «Obviously five believers» de Dylan, que habría que catar sí o sí.

Tampoco faltan las melodías más depuradas y accesibles, desde los corazones rotos, las lágrimas, las peleas de los amantes o los años de frustración en «Was I supposed to care?», hasta la soleada y pegadiza «Equinox», pasando por el dolor ante una amistad que se esfumó en «My imaginary friend» o en «Settle down».

El apartado más cósmico, con el peligro real de la Humanidad que viene de los cielos, aparece en «Chariot of the gods» que da título al disco y en ese soberano pepinazo que es «I come from your future».

Por supuesto, mención especial para el refinado colofón de desamor que es «Got to get you out of my life» y, muy claramente, para «Carry on». Con ella los Hoodoo Gurus certifican que están vivos y coleando, que siguen adelante, que no tiemblan, que no gritan, que continúan.