Conciertos

Crónica concierto de La Perra Blanco en Casa de Cultura de Gandía.

… se percibe que, con su vertiginosa puesta en escena, su desbordante energía y su tremendo carisma, ha devuelto en tres años de trayectoria más interés y afecto variopinto por el género primigenio rocanrolero que multitud de otras propuestas…

Volvió el salvaje y frenético rockabilly de La Perra Blanco a la localidad valenciana de Gandía, en esta ocasión al Jardín de la Casa de la Cultura, dentro de las actividades del Festival Polisònic. Y otra vez Alba Blanco, la joven gaditana de La Línea de la Concepción, escoltada por el argentino Fernando Slap al contrabajo y Jesús López a la batería, demostró que es un auténtico torbellino en el escenario.

El grueso del repertorio fue el álbum debut de 2019, del que desfilaron piezas como «Doggie rag», «It’s fun but it’s wrong», «Find me that river», «Misery», «You can touch my», «Bop & shake», «Down the line»…, al que se sumó «Rock me baby» de su muy reciente EP ‘Won’t you come on’, publicado hace escasamente una semana, o «My teeth are falling« y «Sweet daddy lips», pertenecientes al trabajo del pasado año.

La Perra Blanco en Jardín Casa Cultura de Gandía

Por supuesto no faltó esa característica simpatía, marca de la casa, con ingeniosas frases como «los artistas de mi nivel todavía tenemos que afinar con la ayuda del teléfono móvil» o «vamos a tocar una balada para respirar… que no, que es broma, aquí rock ‘n’ roll…» Sin tregua nos obsequiaron con el «Go go go» de Roy Orbison.

El trío alternó más rescates de pioneros, como «Rockin’ gipsy» de Joe Maphis, «Big river» de Johnny Cash, «My bucket’s got a hole in it» de Hank Williams aunque la anunció como homenaje a la de Sonny Burguess, o un apoteósico colofón con el «Drinkin’ Wine, Spo-Dee-O-Dee» de Stick McGhee & His Buddies, más conocido por la exitosa versión de Jerry Lee Lewis.

La Perra Blanco en Jardín Casa Cultura de Gandía

La Perra Blanco, a lo largo del concierto, no solo levantó al público de sus asientos y consiguió poner a bailar a buena parte de la privilegiada asistencia, sino que, tal y como comentamos al final de la velada, se percibe que, con su vertiginosa puesta en escena, su desbordante energía y su tremendo carisma, ha devuelto en tres años de trayectoria más interés y afecto variopinto por el género primigenio rocanrolero que multitud de otras propuestas.

Que no decaiga la fiesta alternativa del rock ‘n’ roll de calidad como mejor medicina para contrarrestar el brutal acoso de mediocres subproductos musicales comercialoides y de usar y tirar al que estamos sometidos.


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