Amanece el día con infinidad de esquelas por el fallecimiento de Tom Verlaine, influyente artista que ayer nos dejaba y al que es preciso rendir homenaje.
De esas contadas ocasiones en la que sabes que estas delante de alguien hecho de una pasta diferente. Ese momento me quedó grabado y hoy quería compartirlo…
Sí, las redes y medios musicales parecen, cada vez más, esquelas. Es el pan nuestro de cada día pues se van los grandes poco a poco mientras la estulticia musical va haciéndose con todos los dominios de la música popular. Aún nos queda y nos quedará el underground como una corriente subterránea y siempre viva, o mejor, que aún sobrevive. Así que es primordial rendir homenaje a estas luminarias, sobre todo si se trata de artistas como Tom Verlaine al que nunca estará de más recordar.
Fue en el FIB 2006 donde vi en directo a Tom Verlaine en la jornada previa y delante de no mucha gente. Poca gente para la leyenda que se presentaba. Supuse que las multitudes esperaban al viernes para agolparse delante de las figuras del momento ante el escenario verde, o que aquel día reservaban fuerzas para los más populares y vistosos Scissor Sisters, el reclamo contratado para la inauguración.
Tom Verlaine, guitarra de los influyentes y míticos Television (por si alguien no está aún al corriente), venía a presentar los dos discos en solitario que había lanzado simultáneamente aquel mismo año, Songs and Other Things y Around, y que por cierto aún son a día de hoy sus dos últimos discos.
A dos guitarras junto a Jimmy Rip, Tom Verlaine ofreció un concierto en un tono crepuscular y sobrio, no muy comunicativo con los pocos que permanecíamos atentos a escasos metros del músico, dejó hablar a las canciones y a su guitarra. Supongo que fue mi mirada de fervor y respeto la que atrajo a un desconocido a preguntarme quien era el tipo en el escenario. Solo le contesté «- Un grande». No era momento de entamblar conversación ante la misa que nos estaba ofreciendo, por supuesto cayeron algunas de las canciones del mítico grupo.
Más tarde reflexionando sobre lo acontecido, mi sensación fue agridulce. Entre el agradecimiento por haber podido ver a un artista de tal embergadura y la inquietud por el desconocimiento general que aquella anécdota me mostraba y que el escaso-medio aforo ratificaba.
Mi sensación aquel día fue la de estar delante de alguien a la altura de Lou Reed, de Patti Smith o de Iggy Pop, no me malinterpreten pues no es mi intención comparar la obra de Tom Verlaine con la de estos artistas de ninguna de las maneras. Me refiero al halo que le envolvía, su manera de cantar y tocar, su presencia en el escenario y su maestría. De esas contadas ocasiones en la que sabes que estas delante de alguien hecho de una pasta diferente. Ese momento me quedó grabado y hoy quería compartirlo.
Se ha ido una influyente leyenda del rock. Junto al grupo Television, ya con años de escenario a la espalda, debutó discográficamente al tiempo que el punk irrumpía con fuerza en UK (Marquee Moon reseñado por Don Guzz en el Exile y Adventure ¿Qué os voy a contar?!!). Inclasificables pues sería un error etiquetar su música, grandes músicos que demostraron que se podía ser transgresor y a la vez sofisticado.
Tom Verlaine ya estaba allí en el amanecer de esos otros años 70 forjados desde el underground con grupos seminales olvidados y junto a otras grandes luminarias. No se trataba solamente de transgredir el aspecto sonoro, aquellos jóvenes además adoptaron a poetas malditos para representar y acercar esos otros aspectos de la existencia con mayor complejidad y profundidad, así que no era de extrañar que adoptara su apellido del poeta francés, tal y como Dylan hizo una década antes.
No es mi intención realizar un tedioso, largo y exhaustivo repaso. Pero sí que creo que es importante rendir homenaje a su figura y ya de paso reivindicar también una mayormente desconocida obra en solitario. Tanto su maravilloso debut como alguna de sus obras ochenteras, Cover o Flash Light. Pero, sobre todo, hoy en casa, suena el ninguneado y maravilloso disco instrumental Around y su compañero Songs and Other Things, disco que adoro y que contiene tonadas como esta maravillosa The Earth Is in the Sky. Descansa en paz.
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Marquee Moon y Adventure son dos obras maestras, aunque el primero se debe considerar uno de los mejores álbumes de todos los tiempos. Al menos, para un servidor. También los dos primeros álbumes de Verlaine en solitario, que gustaron mucho al mismísimo Bowie. Incluso versionó Kingdom Come en Scary Monsters. Dreamtime, el segundo, contiene algunos temas que podrían haber entrado en el repertorio de la banda madre. Su retorno en 1992 (si no me falla la memoria) no fue tan inspirado, pero también tiene sus momentos. D.E.P. Tom Verlaine, uno de los artistas más especiales, un guitarrista con un estilo personal inconfundible, que hacía llorar a la guitarra cuando el tema lo requería, y te transportaba a la luna con sus solos estratosféricos.