
Mississippi Queen & The Wet Dogs presentan sus credenciales y su «Phoenix» en Bilbao.
Anoche, en la sala Bilborock, se vivió, ante una nutrida concurrencia, una presentación de lujo donde no faltaron los tiros largos como conveniente ornamento para una velada que, a pesar de lo dilatado en el tiempo de espera, nos hizo recordar aquello que repetían al comiezo de sus clases los maestros literatos en las aulas de la Universidad de Salamanca y que rezaba: ‘Como decíamos ayer’.
Mississippi Queen & the Wet Dogs renacía hace unos meses con su segundo álbum titulado de forma muy adecuada «Phoenix» (pinchar reseña), y solo era cuestión de tiempo que, una vez desplegadas sus alas, la criatura fuese cogiendo altura para llegar a la noche de ayer luciendo galas, y sobre todo, una silueta esbelta e imponente sobre el (redundante) firmamento musical patrio.
Una imagen que daba carta de naturaleza a lo que ya es una realidad recuperada (la sensación es que nunca fue una causa perdida) que ayer bendijo y fue bendecida por una feligresía que ardía en deseos de repetir la lección que ayer nos daba – allende la pandemia – una banda por la que el tiempo solo ha influido para realzar su lozanía y engrandecer su incipiente madurez (artística).
Desde el principio quedó claro, escuchando las palabras de Inés, que no estábamos únicamente ante la presentación de un disco, estábamos ante la consolidación frente a los inconvenientes, de un proyecto que ha resurgido entre las turbulencias y dificultades, para demostrar que la fe y el amor a unos estilos y sonidos, puede llegar a desvirgar un yacimiento donde encontrar fuerza y esperanza para llevar a cabo empresas épicas llenas de arte y belleza, en el presente caso barajamos cartas como el Soul, Gospel, Rythm & Blues, Funky, Blues o Country.

Esta epopeya discográfica tocaba ahora refrendarla en vivo y llevarla con todos los fastos que el esfuerzo merece (de ahí lo de los tiros largos) a un templo como el que fue la iglesia de La Merced, frente a la Ría Nervión y con la vecindad de Bilbao La Vieja, para que no faltasen testigos de la hazaña.
La nueva formación que acompaña a Inés Goñi y Aitor Zorriketa estaba perfectamente conjuntada tras la grabación de «Phoenix» y las primeras actuaciones en vivo y ofrecieron un master en cuanto a sonido y virtuosismo. Por otra parte, el refuerzo en los coros con Libe Urrutia y Noa Eguiguren dieron un juego no carente de emoción, que marcaron en buena parte el pase de anoche en Bilborock, gracias a sus entusiastas y determinantes actuaciones junto a Inés: de bella voz y fuerte emisión, entregada, afinada, implicada… pletórica durante todo el recital, por no hablar del juego de armonías vocales con que deleitaron a todos en la interpretación de «Song for Silvia» en la recta final de la noche.
Pero «Phoenix» no dejaba de ser un actor principal y desde sus surcos viajó hasta el escenario de ‘La Merced’ todo el torrente estilístico que contiene, y que debemos leer en clave de Soul, Country, Blues o Funky. Escuchamos por tanto: «Get Back Up», «Welcome Home», la bonita balada de desamor y renacimiento «Cold Hands», el single «I’m Yours» con las voces de Inés y Libe en uno de los grandes momentos de la noche; «Running to you», los minutos que más disfruté, con la colaboración en el saxo de Alain Sancho; «I Found a Love» otro gran momento compartiendo micro Inés y Noa y «NYC» junto al excelente guitarrista local Gonzalo Portugal.
No fueron Portugal y Sancho – de los que también disfrutamos en «Save a Seat for me» sobre el original de B.B. King en lo referente al guitarrista de Leioa y «Don’t Wait Up» extraída del EP de 2016 «Try Me» (reseña) en cuanto al saxofonista de The Travelling Brothers – los únicos invitados en la ceremonia renacentista de anoche, el armonicista bilbaíno Pablo Almaraz acompañó a MQWD en otro tema de «Try Me» como «Lucky Red Dress» y en el blues clásico de Ann Peebles «Slipped Tripped Fell in Love».
El set de la noche se completó con la versión de otra maravillosa referencia del blues/soul, en esta ocasión de la ‘menos popular’ Irma Thomas, titulada «Don’t Look Down»; otra canción de 2016 como «Ray of Sunshine» y las versiones de la diva Aretha Franklin «Try Matty’s» y de Duffy «Mercy» fueron felizmente interpretadas para terminar la noche en modo fiesta, con el público dispuesto a disfrutar hasta el final.
Hay sonidos que invitan a la liturgia, anoche se celebró el rito de la música de raíz en el concierto de Mississippi Queen & The Wet Dogs, que en lo que este redactor pudo percibir, iba más allá de lo que es la presentación de un disco más, para convertirse en una declaración de intenciones que tiene en la resistencia y la fe, un modus vivendi que se refleja a las mil maravillas en la hermosa voz de Inés Goñi y el entregado y virtuoso sonido de sus Wet Dogs.
- Asteroid B-612 – Roads, stars (2025) - 16 de junio de 2025
- Concierto: Pleasure James & The Unsatisfied Minds – Nave 9 (Bilbao, 08/06/2025) - 11 de junio de 2025
- Los Retumbes – Violentos torpedos de realidad (2025) - 9 de junio de 2025
Bilbo Rock Crónicas conciertos Jorge García Mississippi Queen & The Wet Dogs