Pony Confederado & Los Magna-tones

Críticas Discos

Que es posible hacer rock ‘n’ roll de muy alta calidad y mantener el buen humor por bandera lo demuestran Pony Confederado y sus secuaces Los Magna-tones en este disco.

Una docena de canciones más un par de bonus tracks son lo que Pony Confederado & Los Magna-tones nos ofrecen en el recientemente publicado disco compacto al que han dado el título de ‘Tripas y acero’ y en el que predomina el rockabilly, con asomos al blues, al rockin’ blues, al country…

Antes de meternos a fondo con el contenido del brillante artefacto, conviene señalar que, junto a Iñigo Crespo «Pony», que se ocupa de cantar y de tocar el contrabajo, Los Magna-tones están formados por Ricardo Álvarez «Richie» a la guitarra solista, Conrado de Santiago «Cholo» a la guitarra rítmica y Freddy G. Simons a la batería.

Además, para este ‘Tripas y acero’, Pony Confederado ha contado con la colaboración de artistas de la talla de, por citar solo unos cuantos, Cuti Vericad (Los Dynamos, Los Coringas, Los Rebeldes…) ocupándose de los teclados cuando la ocasión lo requiere, Lauren Jordán (Inoportunos, Gatos Locos, Teorema…) aportando coros y percusión además de ser el productor de este álbum, o los Tennessee (Amancio, Isidro y Roberto) encargándose de hacer coros en un par de temas.

Empiezan el disco haciendo gala de ese buen humor del que hablaba más arriba, de ese cachondeo bien entendido, que vamos a encontrar más veces a lo largo del álbum… y es que ‘El hombre de los escayolos’ es una oda, a ritmo de rockabilly, a la importancia de los calcetines en el bien vestir, con la sección rítmica brillando con luz propia y la guitarra solista más el añadido de un banjo elevando el nivel a cotas máximas. Siguen con ‘Rock and Roll a flor de piel’, un rock ‘n’ roll contundente que puede recordar al Loquillo de sus discos más recientes en fondo y forma.

Regresan al rockabilly frenético Pony y los suyos en ‘Una chica cualquiera’, donde es el piano el que da el plus a este tema que te pone a mover los pies sin remisión, para bajar el ritmo a continuación y darnos un respiro con ‘Puñaladas de felicidad’, un medio ritmo en el que Cuti Vericad se encarga de añadir un órgano Farfisa dando un más que correcto toque 60’s al resultado final.

Para añadir variedad se pasan al blues en ‘Chupa de Cuero’, acelerando en el estribillo hasta ritmo de rock ‘n’ roll para firmar un corte realmente brillante. Otra muestra de ese característico buen humor, esta vez a ritmo de bluegrass, es ‘Sólo te quiero abrazar’, donde la mandolina es la protagonista.

Regresan a terrenos rockabilly con esa joya del repertorio de Confederados Trío (banda de la que formó parte Pony) que es ‘Hoy has salido a buscarme’, un clásico del rockabilly español y que recuperan para la ocasión de forma fantástica para alegría de quien escribe.

Blues de nuevo en ‘Billy’s Blues’, el título no engaña, con Pony compartiendo las tareas de canto con Phil Grijuela y con la aparición de la armónica y el piano para completar otro corte merecedor del sobresaliente por sí mismo. ‘Mi destino’ es un rockabilly de querencia country donde la importancia recae en el pegadizo ritmo de batería. Vuelven a bajar el ritmo en ‘Pequeña Mary’, una balada que podía pasar por una canción más… pero en la que la aparición de los Tennessee haciendo coros y de un saxo justo en el momento preciso elevan varios niveles el resultado final.

Versionean un clásico absoluto en la historia del revival del rockabilly como es el ‘Rockabilly Rebel’ de los británicos Matchbox, con adaptación de la letra al castellano: en disco suena bien, muy bien de hecho… pero en directo tiene que ser una verdadera fiesta y si alguien se queda con los pies quietos sería recomendable que se lo hiciese ver por especialistas.

‘Me vuelvo a mi tierra’ es otro aporte de variedad, con un ritmo de rockin’ blues genial que se ha convertido en uno de mis cortes favoritos del disco desde la primera escucha y en el que está cumbre todo el mundo, desde la sección rítmica hasta la armónica, pasando por las guitarras, la voz y con un final original y sorprendente.

Rematan ‘Tripas y acero’ Pony Confederado & Los Magna-Tones con dos bonus tracks que son dos revisiones de canciones que ya han aparecido en el bloque principal del disco. El primero de ellos es ‘La canción del mentiroso’, o lo que es lo mismo ‘Sólo te quiero abrazar’ pero llevándola para la ocasión a terrenos quizás de country más estricto. El segundo es ‘Little Mary’, una brevísima pero magnífica revisión del ‘Pequeña Mary’ cantada a capella: una delicatessen en la que Pony como voz principal se ve respaldado de forma brillante por tres genios del género como son Amancio, Isidro y Roberto de Tennessee. Difícil cerrar el álbum de manera más elegante.

En resumen, por calidad y variedad, un disco absolutamente recomendable, sin la menor duda.


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