Oscar-Avendaño

Entrevistas

Entrevista: Oscar Avendaño nos habla de sus inicios, su trayectoria, de Siniestro y por supuesto de The Bo Derek’s y su último álbum.

Formamos parte de la clase trabajadora tanto en la vida como en el r’n’roll, y estamos orgullosos de ello.

Oscar Avendaño es un oxímoron en sí mismo, me explico: A pesar de su juventud, es todo un veterano, involucrado en varios proyectos y con una trayectoria que abarca varios lustros.

Ha tendido la gentileza de contestar a unas preguntas para Exile SH Magazine coincidiendo con la reciente publicación de su último álbum “Working Class Rock ‘n ‘Roll” (Reseña Exile) – cuarto trabajo en seis años – de uno de sus proyectos más productivos, el terceto de Rock and Roll Old School: The Bo Derek’s.

Vamos a hablar con él de los Bo Derek’s, de este último disco, de su trayectoria en el mundillo y de otros proyectos y habilidades suyas.

JORGE: Muchas gracias Oscar por tu deferencia con el Exile. En primer lugar, nos gustaría saber cuáles fueron los primeros pasos de un chico veinteañero, creo que universitario, como eras tú en el Rock and Roll.

OSCAR: No, yo era de F.P. y nunca he ido a la universidad. Los que iban eran mis amigos, con los que monté mi primer grupo. En todo caso, los primeros pasos fueron escuchar mucha música y decidir que, si tanto me gustaba, aprender a tocar algún instrumento era casi una obligación moral. Posteriormente conocí a otros amigos que se sentían igual que yo y decidimos comenzar con nuestra primera banda aún sin haber aprendido a tocar ni un poquito. Pero con esto ya teníamos un compromiso, supongo. Ah, tampoco éramos veinteañeros, todavía, aunque nos faltaba poco.

J: En tu primera banda Foggy Mental Breakdown, te juntaste con tipos como Eladio Santos (Eladio y Los Seres Queridos) y Xabier Viéitez (The Soul Jacket). Mucho talento incipiente, ¿Cómo recuerdas aquellos años?

O: Maravillosos. De verdad, maravillosos. Aprendíamos a pasos agigantados y teníamos una ilusión desbordante. Pasábamos los domingos en el local de ensayo (y no se nos ocurría ningún lugar mejor donde pasarlos) e íbamos a conciertos juntos, o echábamos la tarde en casa de alguno de nosotros escuchando música. Era una forma de compartir nuestro amor por la música que, supongo, pasada cierta edad se vuelve irrecuperable.

The Bo Derek's
The Bo Derek’s

J: Después recalas en una banda punk como Raindogs, más tarde en Brandell Mosca, de nuevo con Eladio Santos y en un grupo de soul como Anita Steinberg (junto a miembros de Siniestro Total y Aerolíneas Federales). ¿No encontrabas tú sitio o ibas aprendiendo a dominar las diferentes texturas del rock?

O: Es que realmente todos eran mi sitio. Siempre me han flipado muchos palos diferentes y siempre he disfrutado tocar y mejorar en cada uno de ellos. Con Anita, por ejemplo, di un salto de gigante como bajista. Y con Raindogs me tuve que poner ante el micro por primera vez. Me gustaban mucho todas aquellas bandas.

J: Y luego, con el cambio de siglo, llega lo de Siniestro Total. Esto, a un fan irredento como yo, le interesa mucho: ¿Cómo fue aquella historia de entrar en Siniestro?

O: Por lo que me han contado, cuando Segundo Grandío dejó el puesto de bajista dentro del grupo la banda decidió buscar un reemplazo que fuese técnicamente opuesto a él. Querían a alguien que tocase con púa y dejase atrás sus maneras más “funk”, y aprovechar la situación para refrescar un poco el sonido de la banda. Como yo había tocado con Anita Steinberg y en esa banda tocaba el saxo Jorge Beltrán, el saxofonista de Siniestro, mi nombre surgió de modo más o menos natural.

J: Y con Siniestro hasta el final, aunque en los últimos años compaginando tu participación en el grupo con tus primeros proyectos en solitario o liderando bandas…

O: No solo en los últimos años: siempre he compaginado otras bandas con Siniestro. De hecho, creo que desde el año 2001 no ha habido un momento en el que tocase en una sola banda. Pero es que a mí me gusta mucho la música y, como digo, me gusta tocar muchos palos distintos. Pero vamos, que el 99% de los músicos que conozco somos así… fíjate que hubo un momento en el que todos los miembros de Siniestro tocábamos en bandas paralelas…

J: El primer grupo que lideras es Oscar Avendaño y Los Profesionales. ¿Avisabas de que ibas en serio? Por cierto, aquí reseñamos el disco “Demasiado oro” (Reseña).

O: No sé qué responder a eso. Simplemente tenía la pulsión de escribir canciones, y solían ser canciones que no encajaban en mis diferentes proyectos en activo. Cuando tuve ya un buen puñado pensé que estaría bonito grabarlas, y para eso tuve que montar mi propia banda. Si te soy sincero, el 90% de las cosas que he llevado a cabo las he hecho de forma casi inconsciente.

J: En 2015 llega Oscar Avendaño y Reposado. Pero si te parece hablamos luego de este estupendo grupo ya que tengo entendido de que va a haber novedades próximamente. En 2019, comienza la aventura The Bo Derek’s, y con este trío junto a Jorge y Rufus ¿llega el gran momento?, lo digo en cuanto a popularidad, número de conciertos, presencia en la prensa especializada…

O: Lo que sucede con The Bo Derek’s es que es una banda perfecta para salir a la carretera: los tres vivimos de la música y todos preferimos tocar a quedarnos en casa. A esto hay que sumarle que Rufus, el batería, tiene furgoneta propia y esto abarata considerablemente las giras, con lo que era la banda perfecta para apostar por ella. Y supongo que lo de la popularidad, o lo de la presencia en prensa, vienen solos cuando de verdad apuestas.


En todo caso, es obvio que nuestro trabajo previo (el suyo con Los Wavy Gravies u Allnight Workers y el mío con Los Profesiones o Reposado) nos abrió puertas a la hora de salir a la carretera por primera vez.

J: Cuatro discos en seis años con Covid de por medio no es cualquier cosa. Ya con los primeros discos acuñas el slogan: Old School R’n’R, que ya no te abandonará y que te define. Los dos primeros discos os ponen en el disparadero, ¿es así?

O: Yo creo que en el disparadero nos puso el primero, “10”. La pandemia empezó cuando estábamos empezando a trabajar en el segundo y, de hecho, grabarlo fue un poco tortuoso: al vivir en ciudades distintas y por aquello del cierre perimetral no había modo de trabajar aquellas canciones. Dábamos un paso adelante y dos atrás.

J: Tal y como yo lo he vivido, es con “Porca Miseria” (Reseña Exile) donde os empieza a conocer todo dios, ¿ha habido en estos dos últimos años, girando con el álbum, ese subidón que yo he creído detectar?

O: No lo sé, honestamente. Creo que desde nuestro punto de vista ha sido progresivo… No hemos parado de trabajar, con lo que cada vez nos conoce más gente, pero no hemos notado ningún salto espectacular.

J: En “Porca Miseria” os ponéis en manos de Martín Guevara (Capsula) y grabáis en su estudio Silver Recordings. La experiencia imagino que fue buena, pues habéis repetido con “Working Class Rn‘R”?

O: Martín es perfecto para nosotros. Habla nuestro idioma y nos entendemos en seguida a la hora de plantear algún arreglo o algún sonido concreto. Además, trabaja tan rápido como nosotros: “Working Class R’n’R” lo grabamos exactamente en día y medio.

The Bo Derek's - Working Class R'n'R
The Bo Derek’s – Working Class R’n’R

J: Y ahora tenemos sobre la mesa “Working Class R‘n‘R”. De nuevo con Martín y acuñando en el título una nueva soflama para añadir a aquella del rock de vieja escuela. ¿Por qué este título tan proletario?

O: Pues porque es la puta verdad. El mundillo de la música no deja de ser un reflejo del resto de la sociedad y, si te das cuenta, en la sociedad ha perdido el orgullo de clase. Todo está lleno de wannabes de pijos. Todo el mundo pretende ser clase media, cuando la clase media es algo a lo que la mayor parte de esa gente no se acercaría ni currando tres vidas.

En la música sucede lo mismo: todo el mundo finge ser grande. Todo el mundo finge ser una estrella. Y no, no es verdad. Nosotros estamos orgullosísimos de ser quien somos. Descendemos de familias proletas y, casualidades de la vida, los tres nos hemos criado en tabernas de esas de serrín en el suelo. Formamos parte de la clase trabajadora tanto en la vida como en el r’n’roll, y estamos orgullosos de ello.

J: El disco sigue ciertos parámetros con respecto a álbumes precedentes, pero con ciertos cambios o añadidos. ¿Cómo ha sido el proceso de escribir estas canciones y qué diferencias adviertes con respecto a los discos anteriores?

O: Bueno, las canciones para esta banda las escribo yo, que soy un culo inquieto y no me gusta repetirme demasiado, con lo que he de abrir un poquito más, en cuestión de estilo, cada disco. Por eso nos permitimos juguetear cada vez más con diferentes géneros, aunque realmente nunca nos alejemos de nuestras raíces. Creo que si el cuarto disco fuese igual al primero, lo más probable es que hubiese perdido toda su frescura y fuese bastante peor.

J: En cuanto al proceso de grabación: ¿habéis registrado las canciones siguiendo otro criterio diferente al utilizado otras veces u os habéis ceñido al mismo método?

O: No. Siempre seguimos el mismo método, que creo que es el único verdaderamente efectivo para una banda como nosotros: grabar los tres a la vez, en directo, guitarra, bajo y batería. Y sí, luego añadir voces y coros y, si se tercia, algún arreglo más.

J: Y ahora toca lo bueno: llevarlo al directo. Pudimos ver la presentación en el Festivalle y pronto repetiremos en Bilbao en el WOP Festival. ¿Es en los conciertos donde este disco (y otros) alcanzan su razón de ser y donde las canciones crecen?

O: Sin duda. Un grupo como nosotros es un grupo de directo. Yo disfruto el estudio, pero para bandas como la nuestra no deja de ser un trámite. Por eso en los discos añadimos algún teclado o alguna sección de metales en según qué canción: para que tenga un pequeño extra que compense la energía y la excitación del directo.

J: ¿Y cómo va la agenda de actuaciones?

O: No nos podemos quejar. Y esperamos que crezca y quejarnos aún menos.

J: Otro aspecto que no quiero dejar pasar es el de tu faceta como escritor, en el exitoso “Lo tengo en vinilo” – reseñado en Exile por nuestro compañero David (Reseña) – hablas de un buen número de discos, muchos de ellos poco habituales en las listas al uso. ¿Qué tal ha sido la experiencia?

lo tengo en vinilo

O: Pues me ha sorprendido mucho. Yo solo escribí el libro para ver si era capaz de hacerlo, pero nunca creí que hubiera nadie interesado en lo que estaba contando. Y resulta que se ha vendido (se sigue vendiendo) muy bien. Creo que he tenido muchísima suerte con la editorial (Neoperson) y han sabido moverlo, y también que mi trabajo previo como músico ha hecho el resto. En todo caso lo que realmente me ha sorprendido es el feedback que he recibido por parte de los lectores. Que te escriba gente que no conoces para decirte lo mucho que le ha gustado es algo precioso.

J: Y el titulo mola mucho. ¿Tiene su parte de mala baba, no?

O: Sí, tal vez sí, pero esa mala baba es, ante todo, hacia mí. Decir eso de “lo tengo en vinilo” es algo que te posiciona ante tus congéneres musiqueros, con lo que se ha convertido en una frase recurrente y que yo mismo he dicho mucho. Y creo que antes de internet podía tener sentido, pero que ahora se ha convertido en una cuestión meramente económica y que no tiene mayor interés. Realmente, lo único importante es disfrutar la música. Gastarse 100 pavos en alguna rareza vía discogs solo sirve para poder presumir de ello. Ya lo decían Poison Idea en el 84: “Los coleccionistas de discos son unos gilipollas pretenciosos”.

J: Vamos a ir despidiéndonos, que no quiero ser pesado. Pero habíamos dejado algo pendiente. Creo que hay en un futuro no muy lejano un nuevo disco de Oscar Avendaño y Reposado. ¿es así y podemos poner alguna fecha (aproximada)?

O: Sí, tenemos un disco grabado aunque sin mezclar, y que tampoco corre demasiada prisa. Acabo de publicar el de Bo Derek’s y no tiene sentido rivalizar conmigo mismo, así que mi idea es que se publique hacia la primavera del 26.

J: Y entiendo que, como ocurrió en “Burro” y en “Perros Negros”, repetís con Hendrik Röver en la producción. 

O: Efectivamente: si algo funciona no lo arregles. Hendrik es perfecto para Reposado como Martín lo es para Bo Derek’s. De hecho, es el 4ª miembro de la banda en la sombra: en el anterior disco, “Perros Negros”, grabó guitarras, teclados, banjos, coros… Y en este aún no sé qué va a grabar, pero no me preocupa en absoluto. Lo que haga, bien hecho estará.

J: Nos encanta verte en tantos proyectos, siempre con iniciativas y sin perder de vista los garitos ni los escenarios. Te deseamos toda la suerte del mundo y que todos los proletarios rockeros de la vieja escuela sigamos disfrutando contigo. Muchas gracias Oscar.


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