Elvis Costello vuelve con la vieja fórmula, el autoplagio y un lifting musical revivalista pero efectivo y muy disfrutable. Sin duda el mejor disco del godglasses en años.
Desde, tal vez, «National Ramson», el bueno de Declan Patrick MacManus nos había estado engañando cual truco del tocomocho. Fórmula agotada? Musas desaparecidas?… Que si el «Spinning Songbook» recauchutado, que si se le va la cabeza con The Roots, que si hace spanish karaoke o regulea con «Hey Clockface»… Posiblemente lo único salvable en esa década anodina de acomodo fue el discutido pero notable «Look Now» (2018) aunque, obviamente, a años de su época dorada.
Tampoco nos engañemos, su nuevo artefacto sonoro no es una obra maestra ni un disco para enmarcar, o sí, yo qué sé! no es comparable y claro que tiene sus fallos y sus repeticiones pues no deja de ser un autoplagio, un recuperar la vieja fórmula, un inteligente lifting revivalista de su propia obra pero a cada escucha crece para demostrar que al otro Elvis le queda cuerda, talento y calidad de sobras. Nada que objetar con el resultado porque todo suena estupendo y vigoroso para un artista que lleva 45 años en el candelero.
«My Aim is True«, «This Year’s Model«, «Armed Forces«, «Get Happy!» y «Trust» son todo obras maestras al alcance de muy pocos y que además definieron su sonido y el del power-pop de la nueva ola. Costello no se quedó ahí y fue creciendo y explorando. «Almost Blue», «Imperial Bedroom» y «King of America» son un tripleta mágica, sobresaliente y diferente, y cabe también reivindicar la tripleta americana formada por «Momofuku», «Secret, Profane & Sugarcane» y «National Ramson». Sí, Elvis Costello es un grande entre los grandes. No hay discusión.
«The Boy Named If» es su nueva colección de canciones. Su trigésimo segundo disco de estudio, casi ná! Y a sus, creo, 68 años cumplidos o por cumplir parece encontrarse en una forma estupenda aunque la grabación del disco por culpa de la pandemia y gracias a la tecnología se haya realizado a distancia. Cosas de estos tiempos que corren aunque ciertamente el resultado no se resiente, sonando armónico, compacto y con maravillosa fuerza rocanrolera. No es comparable a su quinteto mágico comentado pero se acerca y se inspira en aquel sonido.
De primeras es un disco que entra muy bien. Su sonido y empaque gustan y mejoran asombrosamente con las escuchas. Un servidor lleva más de una veintena y no ve el final del enamoramiento a modo de adicción para convertirse en el primer disco del 2022 que me engancha sin remisión. El otro Elvis cuenta con su equipo habitual, The Imposters o la reconversión de aquellos Atracttions. Sí, están los arrugados Steve Nieve y Pete Thomas, y el «joven» del grupo Davey Faragher…. Y como no, todo suena de lujo.
Con este nuevo disco, y repasando la última década, uno puede pensar que seguramente las nuevas canciones no son para tanto pero son para mucho. Sin disimulo, Costello, se autoplagia y fácilmente podríamos encajar cada canción en uno de sus anteriores trabajos, cosa que tampoco es tan mala, pero sobretodo lo que transmite es mucho vigor, mucha energía y sin duda rejuvenecimiento rocanrolero. Allí está la efervescente apertura de «Farewell, OK», el organillo trotón y positivo de «Mistook me for a friend» que en su ADN emana «chelsea» por todos los costados, y ese cañonazo que resulta ser «Magnificient Hurt».
Hay obras de absoluta riqueza y madurez como la canción que da nombre al disco, la excelente «The boy named if», la brutalísima «The difference» que podríamos encabir perfectamente en su «Imperial Bedroom» o la maravillosa y circular «What if I can’t give you anything but love?» digna de «Blood and Chocolate». Claro que también tiene tiempo para marcarse una tonadilla muy «Who», muy «Townshend», sí, esa «Pennelope Halfpenny» tiene ese regusto a los Who de Daltrey del falsete con esa estupenda batería. Excelente.
Tiempo también para sobresalientes canciones pausadas y bonicas del to. No creen que es preciosa esa «Paint the red rose blue»? y que «My most beautiful mistake» (muy Macca toda ella) es de las que arrancan sonrisas placenteras? Ambas, por cierto, me trasladan a los tiempos de «King of America»…. La parte final da pistoletazo con la circense «The man you love to hate» (algo Lennoniana), y la musicalmente maravillosa «The day of magic thinking » para rematarnos con la notabilísima y muy «Spike» en Trick out the truth», y el cierre de altura con «Mr Crescent» para regalarnos un disco maravilloso digno de la leyenda que lo firma.
Elvis Costello – The Boy Named If (2022)
01.- Farewell, OK/ 02.- The Boy Named If/ 03.- Penelope Halfpenny/ 04.- The Difference/ 05.- What If I Can’t Give You Anything But Love/ 06.- Paint The Red Rose Blue/ 07.- Mistook Me For A Friend/ 08.- My Most Beautiful Mistake/ 09. Magnificent Hurt/ 10.- The Man You Love To Hate/ 11.- The Death Of Magic Thinking/ 12.- Trick Out The Truth/ 13.- Mr. Crescent
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Es un disco revival pero revitalista al mismo tiempo. Tiene una producción sobresaliente (como suena!) y los Imposters tocan de locura. Tanto este álbum como el infravalorado Hey Clockface son magníficos. Quizás Hey clocface es más difuso, pero con The Boy Named If no hay tiempo para relatividades. Es Costello de toda la vida y eso es oro. Un genio único.
No había leído esta entrada. Magnifico como siempre David.