Jack White Heaven Entering Alive

Críticas Discos

Jack White dobla su apuesta con un disco acústico y calmado, el reverso azul del rabioso «Fear of the Dawn», confirmando que es un genio contemporáneo sin discusión alguna

Cuando los héroes y referencias de Jon Anthony Gillis triunfaban y se convertían en leyendas musicales, él gateaba en pañales. Si Jack White hubiese pertenecido a aquella época dorada del rocanrol seguro que todo el mundo le adoraría pero en la actualidad gusta quitar méritos y vivir en el pasado. White, a sus casi cincuenta años ha demostrado sobradamente en innumerables ocasiones que es uno de los pocos guitarristas que se acercan a ese término, el de leyenda, que se atribuye libremente a recién llegados pero que ningunea a figuras de su calibre.

Igual que otros aspirantes a mito como Ryan Adams han caído en desgracia, unas veces a nivel personal y otras por su diarrea creativa sin filtro, otros como Jack siguen demostrando año tras año su capacidad creativa sin disminuir la calidad. Hay nuevos talentos como Daniel Romano que deberían aprender, sacar cada mes un disco…, de calidad? eso está al alcance de muy pocos. Y bueno, el alegato en favor a White se acaba con las pruebas: The White Stripes, The Death Weather, Raconteurs y una carrera en solitario que está cogiendo «empenta» y que nos tiene totalmente ojipláticos. No hablemos de sus directos!

Jack White dobla su apuesta con un disco acústico y calmado, el reverso azul del rabioso "Fear of the Dawn", confirmando que es un genio contemporáneo sin discusión alguna.

Si nos centramos en su carrera en solitario observamos que no hay disco malo ni que baje del sobresaliente. Un repóker de discos para enmarcar a pesar de que comenzó algo dubitativo buscando una nueva línea de expresión. Solo lo consiguió pasándose al azul, el resto ha ido consolidando su manera de componer, mezclando todo aquello que fue sembrando en cada uno de sus proyectos grupales y dándole una vuelta con riesgos y experimentaciones ya sin red de seguridad.

«Blunderbluss» y «Lazaretto» fueron un puñetazo en la mesa. «Boarding House Reach» fue la experimentación y el darse un gustazo, y este año le tenemos por partida doble con dos discos «opuestos» pero hermanados, unidos por la mente de un creador absolutamente genial. «Fear of the Dawn» es la rabia y energía mientras que «Entering Heaven Alive» es la calma y delicadeza. Sí, Jack White juega en otra liga, sólo hay que escuchar las dos versiones de «Taking me back» para corroborarlo. Una abre rabiosa un disco y la otro lo cierra con maestría y orfebrería musical.

Jack White dobla su apuesta con un disco acústico y calmado, el reverso azul del rabioso "Fear of the Dawn", confirmando que es un genio contemporáneo sin discusión alguna.

Nada más comenzar este estupendo «Entering Heaven Alive» nos topamos con la zeppeliana «A tip from you to me» donde rememora la voz de Plant y ese tono acústico del «III» de la mítica banda del ladrón Page. Cerrando los ojos encaja a la perfección, declaración de intenciones? no sé, pero con el segundo tema ya lo deja claro de todas todas. «All along the way» tira de clasicismo. Hay magia, hay belleza… para eso ya no le hace falta su amigo Brendan Benson…. Temazo con voces dobladas y una guitarra exquisita.

«Help me along» es un guiño a sus héroes, a lo «brittish», a genios como Beatles y Kinks, juguetona y preciosa (cuanto tienes que aprender todavía Romano!) y de reojo mirando a cuando con The White Stripes se divertía como en la siguiente joya del disco. «Love is Selfish» podría ser la continuación de «We’re going to be friends» o una toma perdida de las sesiones de «De Stijl». Nos remata con una atmosférica y jazzísitica «I’ve got you surronded (with my love)» muy Eels porqué no decirlo. Y el bluesito de «Queen of the bees» nos devuelve una pícara sonrisilla a la cara. Gracias Jack!

Jack White dobla su apuesta con un disco acústico y calmado, el reverso azul del rabioso "Fear of the Dawn", confirmando que es un genio contemporáneo sin discusión alguna.

Pasado el ecuador del disco, abre esta segunda parte con una canción que ya desde su intro nos atrapa. «A tree on fire from within» tiene un poderoso piano y un bajo en plan estelar mientas que en «If I die tomorrow» las guitarras toman protagonismo con un sonido muy «noventero», un country-rock de etiqueta demostrando que White es un superclase. Top Top. La dylaniana «Please God, don’t tell me anymore» nos deja literalmente en pelotas, una pequeña joya oculta que a cada escucha se deja descubrir gustosa.

«A madman from Manhattan» es otro tesoro. Jazzísitca al inicio, respirando funky gracias al bajo de Jack Lawrence, spoken-word de etiqueta, clase por doquier, maestría, genialidad…. Cierra Mr White con la ya comentada «Taking me back» en plan gypsy, como si hubiese sido poseído por un espíritu zíngaro. Hay violines, cuerdas por doquier, hay brujería… parece mentira que sea la misma canción que abría «Fear of the dawn», su hermano salvaje y eléctrico pero claro, al final, Jack demuestra sus dos caras, una mezcla de ambas en un solo artefacto podría haber sido el acabose, la Puta Obra Maestra que puede (o no) que necesite.

Jack White – Entering Heaven Alive (2022)

Jack White dobla su apuesta con un disco acústico y calmado, el reverso azul del rabioso "Fear of the Dawn", confirmando que es un genio contemporáneo sin discusión alguna.

01.- A Tip from You to Me/ 02.- All Along the Way/ 03.- Help Me Along/ 04.- Love is Selfish/ 05.- I’ve Got You Surrounded (With My Love)/ 06.- Queen of the Bees/ 07.- A Tree on Fire from Within/ 08.- If I Die Tomorrow/ 09.- Please God, Don’t Tell Anyone/ 10.- A Madman from Manhattan/ 11.- Taking Me Back (Gently)


Un comentario

  1. Pues si, un álbum magnífico de Jack White, complemento de su inmediato anterior «Fear of the Dawn». Me gusta más este «Entering Heaven Alive», para mi contiene más sensibilidad a flor de piel, más tesoros ocultos que descubrir. Por destacar solo un tema, el «A Madman from Manhattan» es una pieza de portentosa armonía multi-rítmica, ya lo comentas, jazz, funk espaciado, spoken-word, emulan una deliciosa velada en un selecto gabinete de illuminati más europeos que americanos.
    Y además una mención especial para las maravillosas fotografías que acompañan al disco, tanto en la cubierta y reverso como en la funda interior, todas en blanco y negro. Jack White es de los muy escasos artistas que cuida al detalle toda la parafernalia creativa y de diseño que acompaña a sus obras.
    Para el que suscribe, de momento, el mejor disco del año.
    Saludos cordiales,

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