ELEPHANT THE WHITE STRIPES

Especiales Discos

Jack White mejoró la fórmula de «White Blood Cells», elevándola en «Elephant» a la perfección, creando un clásico moderno instantáneo que sigue fresco y excitante.

Han pasado ya nada más y nada menos que veinte años del disco que catapultó de manera definitiva y sin discusión alguna la carrera del geniecillo hiperactivo de Detroit Jack White. “Elephant” le situó para siempre en el estrellato aunque para muchos de nosotros ya lo estaba con su obra maestra “White Blood Cells” del 2001 sin desprestigiar sus discos anteriores junto a la Reina del Bombo, Meg, en ese dúo dinámico y explosivo llamado The White Stripes.

Bajo las franjas rojas y blancas resucitaron el blues, modernizándolo e incorporando las influencias de Jack, que tanto podían ir de Kinks a Macca, como, lo más obvio, los putos LedZep. El disco homónimo del 99 y “De Stijl” del 2000 son discos todavía a reivindicar, incluso casi olvidados o ninguneados por los propios seguidores de la banda que se subieron al carro justo después de “Elephant” pero usando un término patentado por mi buen amigo Jorge, hablamos de dos discos menores de artistas mayores. Dos delicias.

Jack White mejoró la fórmula de "White Blood Cells", elevándola en "Elephant" a la perfección, creando un clásico moderno instantáneo que sigue fresco y excitante
Meg and Jack, coffee and cigarettes

Ese éxito, en su momento, parece que provocó en muchos terrícolas una especie de urticaria o alergia hacía el personaje, hacia, tal vez, su manera de “vender” el producto. Y es que a parte de ser un gran músico sabe moverse como pez en el agua en el negocio musical. Tiene olfato y tiene cabeza. Como digo, parece que a muchas personas les jodía que Jack White fuese considerado un auténtico geniecillo del rock de los últimos años.

La muchachada comentaba que si era un snob sobrevalorado que vestía de rojo y blanco para vender discos a los gafapastas del momento como si antes ninguna banda de rock se hubiese preocupado por su imagen, y es que desde los Beatles a Bowie por poner ejemplos, que nadie se engañe, todo bicho viviente se ha preocupado por su aspecto y la puesta en escena.

La imagen siempre ha contado mucho en esto del rock, además dudo que aquellos llamados gafapastas (término en desuso y demodé total en nuestros días) escuchasen aquel par de discos iniciales de The White Stripes. Sin duda se dejaron llevar por el diabólico y adictivo riff de “Seven Nation Army” que les produjo sin duda un electroshock mental pero aquel disco, que supongo era la única referencia que tenían entonces del gran Jack, tenía mucho más, había mucha miga, sin ir muy lejos su “cara b” era (y es) una brutalidad..

Jack White mejoró la fórmula de "White Blood Cells", elevándola en "Elephant" a la perfección, creando un clásico moderno instantáneo que sigue fresco y excitante
Elephant!!!

A otro grupo de gentío le dio por criticarle su “aproximación” a Led Zeppelin en el tono de voz y en las guitarras, coño!, no creo que White tenga la culpa de tener esa voz es más, supongo que la aprovecha como puede. Creo que su voz es más nasal que la de Robert Plant y aún cantado mucho peor, pues no es cantante sino un guitarrista atómico, tiene su rollito como lo tienen otros que cantan como un grillo acatarrado, véase Dylan, que no es que cante mal porque el tipo no falla una nota pero su voz como que bonica del to, no es.

Finalmente a otras tantas personas les molesta que White sea tan hiperactivo: The White Stripes, The Raconteurs y The Dead Weather son sus grupos, en el primero daba rienda suelta a su creatividad autoimponiéndose limites que le hacen ser un puto genio, en el segundo le deja el mando a su amigo Brendan Benson para formar una superbanda de rock con sonido de los setenta, y en el último se encarga de la batería para tocar un rock de lo más paranoico, sin duda este último proyecto salió rana y no ha tenido continuación.

Claro, que como era lógico ha explotado una carrera en solitario bajo los colores azul y negro que es la repanocha! Véase Blunderbuss, Lazaretto, Boarding House Reach, Fear of the Dawn y Entering Heaven Alive (casi ná!). Un re-poker de discos al alcance de muy pocos.

Jack White mejoró la fórmula de "White Blood Cells", elevándola en "Elephant" a la perfección, creando un clásico moderno instantáneo que sigue fresco y excitante
The White Stripes

Yo me considero un gran seguidor de White, me parece un crack absoluto y adoro su hiperactividad, me encanta que alguien que se dedica al rock en este siglo no sea un puto acomodado como la gran mayoría de bandas, me encanta en cualquiera de sus formatos, me encanta tanto en el rock clásico como en las locuras en que anda metido siempre, me encanta su blues, su voz y esos riffs de guitarra explosivos. Jack White tiene una carrera excelsa y sobresaliente, tiene discos incuestionables y lleva dos décadas facturando excelente música, explorando y dándonos lo que simplemente queremos y nos gusta: rock.

El predecesor de “Elephant” sigue siendo uno de mis discos preferidos de todos los tiempos y la verdad es que puedo presumir de haber escuchado una gran cantidad de ellos durante toda mi vida y lo que te rondaré morena. A pesar de eso reconozco que en general “Elephant” es mejor, tiene más punch, aunque no sea mi preferido.

Lo tiene todo, tiene rock, tiene blues, tiene grandes riffs de guitarra, tiene canciones suaves y sexis, tiene grandes letras, tiene un sentido del humor excelente, y por supuesto tiene una canción que se vendió como churros, uno de esos himnos del rock and roll imperecederos, tiene “Seven nation army”, puede que esto moleste al personal detractor de White pero es que la canción es cojonuda aunque la hayamos escuchado millones de veces.

Una gran manera de empezar un disco, con ese riff repetitivo, ese tempo y esa locura final con una guitarra orgásmica, para rematarnos luego con la demoníaca “Black math”. White muestra sus intenciones y sus señas de identidad, peazo de canción nenes. A partir de este momento lo que sería la cara «a» del disco se mete en territorios de una calidad abrumadora, firmando un triplete descomunal que te hace introducirte de lleno en el universo de “Elephant”.

Nos topamos primero con “There’s no home for you here” que es White en estado puro, luego una versión del gran Burt Bacharach llamada “I just don’t know what to do with myself” que incluso fue single del disco, y finalmente “Cold cold night” una deliciosa canción cantada por la reina del bombo, Meg.

Jack White mejoró la fórmula de "White Blood Cells", elevándola en "Elephant" a la perfección, creando un clásico moderno instantáneo que sigue fresco y excitante
Elephant 20th anniversary

La maravilla del cancionero del disco sigue con “ I want to be the boy to warm your mother’s heart” que perfectamente podría haberse encabido en “White Blood Cells” y la extremada delicadeza de «You’ve got her in your pocket», que particularmente este tipo de canciones de White me desmontan, me encantan y me hacen enloquecer. Chapeau.

“Ball and biscuit” es un puto blues de unos siete minutos con una intro muy stoniana no apta para primerizos. Una de mis favoritas del disco y a partir de este peazo de blues comienza un festival de lo que podría haber sido una cara «b» acojonante de haberse editado de entrada en el clásico formato vinilero.

Prácticamente las canciones están enlazadas y no dan tregua alguna, la cosa empieza con “The hardest button to button” que es prima hermana de “Seven nation army”, para seguidamente con una voz radiofónica, muy a lo Small Faces, nos presenta la salvaje “Little acorns” y enlazar de manera brillante con “Hypnotise” de ritmo garagero que la emparenta con “Fell in love with a girl”, aquí brilla con luz propia Meg aportando esa frescura juvenil que sin tomar aire engancha con “The air near my fingers” que tiene a un Jack White desbocado y juguetón que tararea como un diablillo el estribillo.

Antes de finalizar encontramos la rocanrolera clásica y algo psicotrópica “Girl, you have no faith in medicine” que huele a “White Blood Cells” que ni te cuento y finalmente la graciosa y divertida “Well it’s true that we love one another” cerrando triunfalmente el álbum con la pareja marcándose un dúo en las voces junto a Holly Golightly que muchos recordaréis por cantar la extraordinaria «There is an end» de The Greenhornes que aparecía en la película del mítico Jarmusch «Broken flowers». Veinte años más tarde “Elephant” continúa siendo una puta obra maestra de nuestros tiempos aunque a muchos les pese, y seguro que se encuentra entre los tres mejores discos de la década pasada.

The White Stripes – Elephant (2003)

Jack White mejoró la fórmula de "White Blood Cells", elevándola en "Elephant" a la perfección, creando un clásico moderno instantáneo que sigue fresco y excitante
ELEPHANT THE WHITE STRIPES

01.- Seven Nation Army/ 02.- Black Math/ 03.- There’s No Home for You Here/ 04.- I Just Don’t Know What to Do with Myself/ 05.- In the Cold, Cold Night/ 06.- I Want to Be the Boy to Warm Your Mother’s Heart/ 07.- You’ve Got Her in Your Pocket/ 08.- Ball and Biscuit/ 09.- The Hardest Button to Button/ 10.- Little Acorns/ 11.- Hypnotize/ 12.- The Air Near My Fingers/ 13.- Girl, You Have No Faith in Medicine/14.- Well It’s True That We Love One Another.


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